jueves, 30 de junio de 2011

La seducción: ¿debemos enseñar a seducir?

Si Erich Fromm nos convencía de que amar es un proceso artístico, saber amar es un arte, de la seducción podemos decir exactamente lo mismo, la seducción es un arte que se ha de ir trabajando a lo largo de la vida.

Para la Real Academia de la Lengua Española, seducir significa:
(Del lat. seducĕre).

1. tr. Engañar con arte y maña; persuadir suavemente para algo malo.

2. tr. Atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él una relación sexual.

3. tr. Embargar o cautivar el ánimo.

Estas definiciones de seducción nos pueden llevar a creer que la seducción solo es un engaño, que conlleva un propósito concreto, obtener placer sexual y nos empuja a cautivar al otro. Entonces, ¿deberíamos enseñar a las personas, a nuestros hijos, adolescentes y mayores a saber seducir? Si lo apreciamos desde este ángulo del engaño, parecería que la respuesta debería ser negativa, no obstante saber atraer a las personas no ha de conllevar una malicia o persuasión maligna. Parece aquí que enseñar a seducir se podría traducir como a enseñar magia negra, una magia maligna que provoca que los demás se enamoren en contra de su voluntad. Pero también podemos entender la seducción como magia blanca, como una forma normal de acercamiento entre dos seres humanos, positiva, placentera y beneficiosa.

Otras definiciones de seducción pueden acercarnos de forma más sistemática a la realidad de lo que consiste y conlleva seducir:

Una definición la podemos obtener de la página web: www.psicologiacientifica.com, donde seducción significa:

“Un conjunto de expresiones y manifestaciones, aspectos psicofísicos y comportamentales, que emanan de la forma de ser de la personas (nadie da lo que no tiene), con el fin de conseguir una interacción con los otros. Todas las personas pueden ser seductoras, deseamos gustar a los demás, ser queridas y reconocidas, ser valoradas, como padre o madre, como profesional, como amiga o amigo.
Para seducir empleamos el arte de sugerir, mostrar o insinuar, para ello utilizamos miradas, palabras que acarician, silencios persuasivos, gestos y contactos oculares, etc.

Como vemos la seducción tiene un carácter universal, seducir está inscrito en la naturaleza humana y sus señales son instintivas, además de poder moldearlas y modelarlas a través del aprendizaje. El proceso de la seducción es una forma de llamar la atención, una disposición que activa la conducta y promueve actitudes para conectarse con el otro desde uno mismo a través de la comunicación verbal y no verbal.”

Desde este punto de vista parece que seducir es un proceso normal, universal, que forma parte de todos los seres humanos y que conlleva tanto un trazado innato como un bagaje que ha de ser aprendido, para mejorar los resquicios innatos de nuestro fuero animal. No se observa señal alguna de esa magia negra que empecé comentando, sino que se toma como un proceso normal que puede ser aprendido para mejorar nuestras relaciones o inicios de relaciones posteriores. La seducción se produce por la necesidad de conexión con los demás, de querer mostrar como somos, la necesidad de ser aceptados y de sentirnos especiales a través de la comunicación tanto verbal como no verbal.

La autoestima influye directamente en el placer de la seducción, con una autoestima adecuada podemos hacer frente a esa forma especial de comunicación, podemos mostrarnos como somos y actuar con confianza, produciendo un efecto atractivo a los ojos de los demás. Debemos perder el miedo de lo que piensan los demás sobre nosotros para poder seducir.

La página web: www.psicologiacientifica.com, concluye:

“Consideramos que la seducción implica la manifestación de nuestra intimidad ya que representa un conjunto de manifestaciones y expresiones del yo, una serie de actos expresivos, comunicativos y relacionales, cuya intencionalidad es interactuar con los otros. Se trata, pues, de una comunicación auto reveladora en la que se exteriorizan aspectos de uno mismo, como son: pensamientos, sentimientos, emociones y deseos, poniendo en evidencia del otro la disposición activa de los mismos. Por ello el proceso de seducción puede darse en cualquier ámbito de la vida (…).
A la hora de seducir es necesario conocerse uno mismo, con las aptitudes y limitaciones de nuestro propio yo, reflexionando sobre la propia seducción, sin frenarla, sino encauzándola como un proceso más del hecho de ser persona.”

Para Carlos Yela las pautas de seducción que conducen al enamoramiento implica (Yela, 2000):

“Aumentar en la frecuencia de encuentros con esa persona, compartir situaciones de alta actividad fisiológica y potenciar el atractivo físico propio teniendo en cuenta los gustos del otro sexo. Para ello, los esfuerzos se centran en mostrar una adecuada comunicación no verbal, un lenguaje un tanto ambiguo y lúdico, características sociales deseables (simpatía, prestigio, relevancia social), características personales deseables por el otro, similitudes de actitudes, gustos, opiniones y que los deseos y necesidades de uno y otro son complementarios, y se llevan a cabo progresivas autorrevelaciones personales de forma paulatinamente creciente tanto en frecuencia como en profundidad.”

La seducción implica pues, mostrar lo mejor de nosotros mismos, intentando ser lo más parecido al otro en aspectos lúdicos y relevantes, se puede entender como un engaño encubierto, al mostrar solo nuestra parte buena visible, dejando nuestras oscuridades en el fondo del baúl, provocando que la otra persona nos idealice, nos magnifique y acabe enamorándose, con las consiguientes frustraciones a largo plazo, de ver como se desvanece ese ser maravilloso cuando la realidad pesa más que la seducción, el autoengaño y la idealización.

Por ello es importante educar a los jóvenes en el arte de seducir, no solo para que sepan interactuar con el sexo que les atrae, sino para que también tengan en cuenta, que la seducción conlleva, un pequeño engaño perceptivo, una idealización y una actitud de solo observar lo positivo que hay en el otro, para que sepan que el tiempo y la comunicación continua modifica estos patrones ideales y seductores, mostrando a cada uno como es en realidad. Efecto que no ha de ser positivo ni negativo, es tan solo un hecho que acontece en la vida de las parejas de modo natural, el conocimiento otorga la razón y el entendimiento de saber en verdad como son los demás una vez pasada la época de la seducción y la idealización. La otra persona tiene más formas de ser de las que nos creíamos en un primer momento y este proceso tan complejo han de aprenderlo nuestros adolescente, para no vivir una vida de continuos fracasos amorosos cuando descubren que el otro está cambiando, pues el cambio es un proceso normal y la seducción es el primero de los procesos que se han de conocer y aprender.

En este momento estoy en disposición de ofrecer mi propia definición del concepto de seducción basándome en lo comentado hasta ahora:

“La seducción es un proceso básico de las relaciones humanas, basado en patrones tanto universales como aprendidos, cuya finalidad es lograr una conexión especial con otro ser humano, promoviendo sensaciones de autorrealización, intimidad, acercamiento y de unión. Este proceso provoca que nos mostremos socialmente aceptables, deseables, potenciando nuestro atractivo físico y social de cara a la persona que queremos seducir. Puede inducir a la idealización y a una visión reduccionista de las características del otro.”

La seducción es un proceso básico, quiere decir que es un continuo, que se ejerce a lo largo del tiempo, que va modificándose como se modifican las etapas de las relaciones, es básico porque acontece a todos los seres humanos de manera natural y universal.

También es un proceso aprendido, pues si bien se parte de una base innata, debemos practicar el arte de la seducción para mejorar y alcanzar un mayor conocimiento propio, un conocimiento de los demás y de las relaciones de pareja optimo. Aprender a seducir mejora la calidad de las relaciones y de las interacciones con el sexo que nos interesa.

La finalidad es lograr una conexión con otro individuo, una comunicación especial, que nos refuerza y alimenta, para sentirnos unidos y realizados.

Conlleva una parte de engaño, pues solo mostramos aquello de nosotros que nos interesa dar a conocer, potenciamos nuestro atractivo social y físico pudiendo provocar una idealización en el ser a seducir y una visión reducida de cómo somos en realidad.

Esto último nos puede inducir a pensar que el término seducir puede tener una connotación negativa, según se considere mayor o menor cantidad de engaño. Si el engaño no pasa del simple juego del coqueteo, de mostrar uno algunas cartas que le interesan y no hace daño a terceras personas, debemos entender que la seducción es tan solo una parte más de las relaciones de pareja, que alimenta el contacto y es un aliciente reforzador para seguir conociendo al otro.

Por ello creo firmemente que las personas, nuestros jóvenes y no tan jóvenes deben aprender pautas de seducción que les ayuden a mejorar sus interacciones con los demás, que sepan usar esas armas en pro de mejorar la calidad de sus relaciones y no como mero divertimento donde alguien pueda salir mal parado. Debemos enseñar que ofrece la seducción y como esta pasa también por etapas, que los jóvenes sepan que es un proceso más de la evolución de una pareja y sobre todo hacerles entender que el comportamiento de una persona que seduce, es solo una mínima parte de su forma de ser, siendo esta parte un juego de pequeños engaños perceptivos y que con el paso del tiempo la persona que seduce pasara a un estado más relajado y no por ello está engañándonos vilmente, ni es una mala persona, haciéndonos llegar a pensar que la relación deba acabar. Pues con este pensamiento los jóvenes verán frustradas muchas relaciones, por esta distorsión cognitiva de creer que la persona que seduce, realmente es así y todo el tiempo, como un rasgo estable de personalidad.

Para no dejar que los jóvenes se confundan y se frustren debemos enseñar pautas de seducción y todo lo que implica seducir a alguien.

viernes, 24 de junio de 2011

Dejadme olvidar

Dejadme, dejadme, estoy bien. No me hagáis más hablar del mismo tema, ¿es que solo existe esa cara de estupefacción en todos los rostros que saben lo que ocurre? ¿Es que solo hay un tema del que se me puede hablar? Solo hace aumentar mi frustración y tristeza. Soy más cosas que un trozo de carne pegado a ella. Soy una persona, un ente, pero ahora estoy infravalorado. No hay conversaciones en las que no salga un mismo nombre, con una misma problemática y una falsa esperanza, que todo el mundo me da, diciéndome: “esas cosas que te cuentan ahora de ella no son tan verdad como parecen”. Porque nadie quiere creerlas, ya que piensan que si una pareja así acaba de esa forma tan triste, es que el amor está muerto, que todos corren el mismo riesgo y por ello nadie lo acepta. “Una pareja modelo”, no paran de decirme, ejemplares, cariñosos, perfectos. Nadie lo cree y va a pasar ya un mes. Ya casi me sentía alegre, como que por fin sacaba un brazo del fango, como que podía ver un nuevo cielo azul hay fuera en la oscuridad, pero me traéis un nefasto regalo cuando me preguntáis como estoy o si se algo de ella, o si una extraña viene a contarme lo feliz que es ahora ella sin mí, o como cuando me recordáis las cosas que le gustaban, o cuando bromeáis con mi nombre y el suyo, o cuando tan solo me miráis con cara de pena, o cuando el maldito facebook me la escupe, día tras día, cruel y exasperante. Así no se puede avanzar, así solo estoy triste de nuevo, así no puedo sonreír sincero. Y me quedo quieto oyendo como me decís, “estáis matando el amor verdadero”. Como si yo fuera participe de los últimos acontecimientos, yo ya estoy fuera de todo, incluso de mi mismo. También veo su mundo pasar y saludarme, la gente con la que ella va, con la que en ese momento no está y eso también me pone triste. La veo feliz con mis amigos, como si nada hubiera pasado y eso también me pone triste. Y no sé que es peor, marcharme para olvidar todo esto que me pone triste a un lugar que me pondrá triste porque ella no estará o quedarme viendo como me recordáis a ella, sin querer, como si yo ya estuviera recuperado y feliz. No sé que es peor. S i me voy sé que al principio sufriré porque no me acompaña, pero sé que el paso del tiempo borrará mi tristeza y empezaré a vivir cosas nuevas allí, relegando su trazo a mero recuerdo borroso. Si me quedo, lo estaría haciendo por ella, por la incapacidad de no poder irme. Ya incluso había dejado de escribir, de necesitar desahogarme, porque me estaba apaciguando, con vuestra ayuda, vuestras conversaciones al Messenger, con vuestras cervezas al son de la noche, con vuestro calor, con vuestras historias, con vuestras esperanzas. Pero dejar de preguntarme por ella y si yo lo hago no contestarme nada, esperad a que se me pase y callaos. Gracias por vuestras conversaciones reponedoras, sé que no estoy solo, que hay mas mundos dentro de mi pequeño mundo, que todos podemos volver a ser felices, solo hay que reposar, aceptar y olvidar.

lunes, 20 de junio de 2011

Game over

Juego a olvidarte, a cambiar de nombre por si aun sigo siendo el mismo, en el mismo lugar, la misma ciudad y la misma cara de tonto que se me quedó al conocer la verdad. Juego a ir a los sitios solo o acompañado por otras sonrisas, a los mismos sitios que pisamos, que tocamos. Juego a mirar como si nada pasara, como ausente y dispuesto a cualquier plan que me haga ser más fuerte. Juego a querer hacer fuego poniendo una papeleta en blanco, por si tengo la mala suerte de que no se me cumple de nuevo mi deseo. Juego a estar bien por fuera, a cambiar mis logos, mis premisas y mis pasiones. Juego a equivocarme gravemente, mientras me bebo unos tragos de algo que me despeje la conciencia. Juego a convertirme en alguien cordial, que sonríe de nuevo, que expresa confianza en sí mismo, alguien que no ha sido abandonado. Juego a hablar despreocupado, como si no me afectara nada ya, juego a imitarte en eso. Juego a juegos venenosos, que no van a ningún lado, juego a engañarme creyendo que el afecto esta en otras partes, me creo mis propias mentiras y dejo de confiar en la buena suerte. Juego antes de que ponga Game over definitivamente.

jueves, 16 de junio de 2011

El país de las decisiones difíciles.

Ella estaba dejando de ser feliz, no lo entendía pues tenía todo lo que deseaba, todo menos una cosa, poder salir a conocer el mundo, ser independiente. Tenía algo que mucha gente lleva añorando toda su vida encontrar a una persona que la quisiese de verdad, absolutamente entregado, cariñoso y real, muy real. Pero ella estaba desconcertada porque quería vivir y sabia que sino salía al exterior por el tiempo que fuera necesario se arrepentiría toda la vida, pero claro si salía podría perder a la persona que mejor la había tratado desde entonces. Tuvo que trasladarse del país de la felicidad y despreocupación al país de las decisiones difíciles. Serian muchos consejos los que oiría, como: “chicos hay a montones pero experiencias de la vida a esas edades no tantas”, lo que no sabía era que el amor no se encuentra tan fácilmente como uno piensa, que el olor que te transporta a la calma placentera no lo tienen todos los chicos que conocerá, que las frases mágicas no puede pronunciarlas cualquiera y es que en la vida al final solo se acaban conociendo dos o tres personas realmente importantes como para vivir con ellas por siempre. Pero ella se ahogaba, tuvo que parar, cerrar sus ojos y decidir.
Ahora comienza a ser libre, a dejar atrás lo que llegó a ser, a empezar a ser otra nueva persona transportando sus antiguos aprendizajes, volviendo a sonreír. Deja atrás paralizado a aquel chico que había decidido compartir su vida, no mirar más allá de los ojos de ella, un chico alegre, noble y fiel.
Ella a veces piensa como hubiera sido su vida con él. Él piensa, piensa y piensa en cómo rehacer su vida de nuevo.

miércoles, 15 de junio de 2011

Burbuja de recuerdos

Me siento raro, como dentro de una burbuja de recuerdos, por las calles que paso queda una esencia de lo que fui en cada lugar, de la esquina donde conocí a quien quiso saber de mi poco más tarde. Y paso por allí muy a menudo apenas lo pensaba, pero hoy me quedado mirando la calle por si te volvía a ver y te enamoraba de nuevo o para saber si ese no era el día correcto para pasar por allí. ¿Siempre estará ese lugar en mi retina guardado? ¿Se modificaran mis visiones a lo largo del tiempo? ¿Mantendré la esencia de un recuerdo único de mi vida? ¿Pasearé por allí inconsciente?
Solo si el sol derrite mi mente o si una nube descarga su rayo en mi o si un científico loco decide cortarme cachitos de mi memoria, solo así podré olvidar lo que significo aquel lugar, para dos insignificantes transeúntes alocados que no sabían a lo que se enfrentarían dos años más tarde.
Es una burbuja de recuerdos, que me atormenta a la vez que me devuelve a la añoranza de un pasado feliz. Una burbuja que puede que explote algún día o por el contrario se solidifique convirtiéndose en una parte más de mi existencia.

lunes, 13 de junio de 2011

Cosas que he aprendido y reaprendido últimamente.

1. He aprendido a que las cosas que parecen inmutables pueden llegar a modificarse en cualquier momento.
2. He aprendido a que en cualquier instante todo puede cambiar, para bien o para mal, lo que pasa es que si cambia para mal deja unas secuelas en el cuerpo transcendentales y dolorosas
3. He aprendido a creer en las palabras solo en el momento en el que son dichas, no más allá. Porque las frases eternas tampoco existen y si crees en ellas, te harán mucho daño cuando la persona que la pronuncio ya no la quiere cumplir.
4. He reaprendido a que los “nunca haría” tal cosa es una más de las falacias de la existencia humana.
5. He aprendido que las personas geniales también son humanas
6. He aprendido que la diferencia de edad mal llevada es un problema importante en la pareja
7. He aprendido que las pequeñas diferencias se hacen grandes cuando decae la pasión
8. He aprendido a no sobrevalorar tanto el amor y el enamoramiento
9. He aprendido que las personas se van volviendo más egoístas conforme pasa el tiempo en una relación, van primando mas sus necesidades personales que la de la pareja, no es malo ser egoísta, cada uno ha de elegir que quiere en cada instante, pero si es perjudicial para tener una pareja estable en el tiempo
10. He aprendido a hacer caso más a mi instinto, porque puedo ser capaz de oler los problemas mucho antes de que estos se manifiesten dolorosamente, se leer los rostros y cuerpos, aun incluso cuando ellos ni siquiera saben que piensan en verdad, aunque a veces me equivoque, pero en las grandes causas suelo acertar.
11. He aprendido a no sobrevalorar el sexo cuando no aparece lo suficiente, a ser paciente y entender a la otra persona, cuando sufre una crisis pasional normal
12. He aprendido a querer y sentir cosas que nunca creía que sentiría, eso me hace a la vez feliz y desdichado.
13. He aprendido que el alcohol destruye las relaciones de pareja a medio plazo, pues aumentan las discusiones y hace enardecer a las personas de manera estúpida.
14. He aprendido a valorar los conocimientos de las otras personas, como a usar mejor mi ordenador o tener inquietudes que nunca creí que tendría
15. He aprendido que la confianza es difícil de mantener cuando la vida te da palos, pero que no se puede juzgar a los nuevos amores por el mismo rasero que a los anteriores, apartar los aprendizajes negativos y las generalizaciones banales
16. He aprendido a echar de menos sin rencor.
17. He aprendido que soy una persona valiosa, aunque ahora mismo no lo sienta.
18. He reaprendido a reír y a llorar por amor
19. He aprendido a tener una visión más real de cómo funcionan las parejas, espero que no influya negativamente en mi pasión y entrega posteriores.
20. He reaprendido a querer a una persona más de tres míseros meses, a saber entregarme a ella y ser fiel
21. He aprendido a ser yo mismo
22. He aprendido que la rutina es tan placentera como castigadora cruel
23. He aprendido a que tendré que seguir aprendiendo cosas nuevas y reaprendiendo otras continua e incansablemente.
24. He aprendido a no viciar mi relación con pensamientos negativos, premoniciones y con ideas que acabo inculcando en mi pareja y provocando que al final yo tenga razón porque se cumplen
25. He aprendido a que no debo boicotear una relación que me importa superlativamente
26. He aprendido a no odiar, aunque me hagan el daño más profundo y mortal
27. Tengo que reaprender a reconducir mi vida lo más pronto posible.

ESCALOFRÍO

Nunca antes había sentido tanto dolor como el que siento, la razón es porque nunca antes había sentido tanta alegría de vivir, tanto equilibrio, tantas ganas de hacer cosas con una persona en concreto. Me estremezco y no es una manera de hablar, me estremezco y me entran escalofríos muy extraños, supongo por la falta de sueño y de alimento. He dicho tantas tonterías últimamente para intentar recuperarla que incluso la he alejado más, jugársela a la última carta no se lo recomiendo a nadie, si quieres que aun conserven una buena imagen de ti. Pido perdón absoluto y espero que el tiempo pase y borre mi error y que al final gane lo positivo que un día vio en mí sobre las tonterías últimas que he cometido. No quiero divagar filosóficamente, no quiero metáforas, ni hipérboles, esto es solo dolor sincero, duro y agónico.
Todas las personas de mi alrededor, se quedan incrédulas al saber nuestro fracaso, no se lo esperan, creen que éramos perfectos el uno para el otro y lo éramos salvo en la diferencia horaria de nuestras vidas. No sé si algún día estas dos vidas de tiempos separados puedan llegar a correlacionarse, a ir a la par, ni siquiera sé si ella lo desea ya, pues su idea romántica en un principio fue esa, alejarse, vivir y volver para quedar serena y en paz consigo misma y conmigo.
Todo está lejano y solo quiero dormir, dormir 8 meses y despertar sano, alegre, pensando solo en las cosas buenas del pasado y olvidando los desperfectos de no ser seres perfectos.
Y miro a mi hurón, el también se ha quedado sin novia, sin amiga de juegos, sin compañera de paseos, él no lo sabe, pero seguro que lo intuye mientras salta juguetonamente.
Y miro la cartelera del festival al que fuimos y falta la estrella más importante que hace que los conciertos tengan sentido.
Y miro las carteleras del cine y ya ninguna película es lo suficientemente buena para entrar.
Y miro como se aleja queriendo besar otros labios que no son los míos, esos labios que decían palabras sin sentido como tachiseti o chililio o hachimomo, nuestro propio vocabulario enriquecido con sonrisas cómplices.
Y no quiero que me traigan esa pizza que inventamos, con los ingredientes perfectos, porque ya no tengo hambre.
Y no quiero bañarme en la playa donde comíamos patatas de bolsa, mientras escuchábamos reggae.
Y no quiero subir a la casa que olía de aquella manera especial, olía a felicidad, esa casa ahora vacía, con una jaula menos y un hueco más.
Y no quiero pensar que me olvida o que me odia o que no siente nada de nada si le hablo, no quiero pensar que me borra, que le da a eliminar a todas las fotos digitales que nos hicimos, eliminar el tuenti, Messenger o facebook, que se vaya de mis delirios, de mi vida.
Quiero recoger las maletas y salir hacia otro mundo, pero ahora estoy estancado en la parálisis de mi dolor, de mi pena y sobre todo de mi gran decepción porque ella ya no es ella, sino su sombra borrosa y cambiante. Cuando te vuelva a ver no seremos iguales a quienes fuimos.

jueves, 9 de junio de 2011

HOY

Hoy estoy roto, completamente roto, sin fuerza, triste como nunca, trágico. Porque te recuerdo con fuerza, porque hoy es un día clave, no es ayer, ni es mañana es simplemente hoy, 9 de Junio. No me quedan fuerzas, ni una lagrima más. Me quedo mirando la pantalla de mi ordenador, taciturno, expectante, silencioso, no ocurre nada, absolutamente nada. Y pierdo la noción de la existencia, te echo de menos, quizás creías que me iría enseguida a ser aquel que fui antes de conocerte, pero mi interior te espera, pausado, cansado, pero con una ilusión extraña, casi mágica, que es lo que me mantiene en pié. No vas a acertar, no me dirás te lo dije, sabias que harías eso. No. Te respeto y aguardo porque fuera pese ser casi verano, para mi hace frio, la gente está congelada, es de mentira, esta borrosa, no es gente.

Hoy es un día triste, porque me recuerda que no podré batir mi record de felicidad, no podrás ser la primera que más tiempo estuvo a mi lado, sonriente, abrazable, somnolienta.

Debo dejarte tranquila. Al menos me queda mi rinconcito de delirio, para soltar lo que mi cerebro no deja de decirme, para escaquearme de mi mismo, pensando en mi mismo.

Espero que se apacigüe pronto este estado de tristeza que parece infinita, bien porque me seguirás siendo fiel bien porque habré aceptado la derrota. Pero hoy es un día triste, muy triste.

martes, 7 de junio de 2011

En la espera

Mosaico de desilusiones rondan mi percepción, inestabilidad latente, oscura, extensa, sin nombre, sin lugar. Obsesión por saber donde esta mi me mente porque mi cuerpo vaga a la deriva, con el hambre del que no desea comer porque hasta incluso respirar se lo debía al pasado, con la sed del que no desea beber pero que lo necesita para embriagar su estado. Melancolía por saber que lo mejor se pierde poco a poco, se desgrana, se desanima, se inunda de otros pensamientos que no están en mí. Quizás aun sufra pero parece que el tiempo se lo lleva, leve, calmado, distante, quizás mañana se vuelva con fuerza, pero ese quizás me ahoga, me desintegra, me marchita y me anima a seguir con vida, como un autómata de las nuevas tecnologías, no olvido. Si supiera rezar rezaría, por nuestros cuerpos, porque se unan, sean individuos, indivisibles. Me duelen hasta los codos de esperar una señal de salida o de entrada o de mención honorifica por el que sufre por la inquietud de lo joven. Necesito una noticia como el reportero que se queda sin trabajo, necesito un fuego como el bombero que no sabe que apagar, necesito una luz como el barco a la deriva, necesito un beso como el enamorado que añora. Mañana de nuevo a pelear por seguir con vida, por no morir desalentado, por intercambiar colores grises con lilas, con fotos que esperan a seguir donde le corresponde, a mirar el perfil de la vida que ya no me pertenece, por momento o por toda la eternidad, lejano pero cada vez más cerca de la verdad. Y mientras escribo, me olvido, es extraño pero cierto, olvido que estoy triste, mientras escribo viajo, me desnudo y camino, mientras escribo no estoy en mi mente sino en mis palabras, pero como todo lo bueno también esa sensación se diluye cuando no me queda nada que decir y vuelve la espera, la espera, la espera. Un día más un peldaño menos. Y el verano se acerca con ganas, con sol, con su alegría intrínseca, con su mar, con las colchonetas de colores, con las ganas de pasear donde sea hasta la hora que sea y tú, tú seguramente lejos, disfrazada de otra, jugando a otros juegos y bailando nuevas canciones que no están en mí ambiente.

sábado, 4 de junio de 2011

Empezar de cero

Empezar de cero, no se puede empezar nunca de cero cuando se llevan ya tantos números a la espalda, pero tengo que respetarte y respetarme a mí mismo. Hemos sido uno, indisolubles, inalterables, inmutables, con derecho a más que a roce, a más que a todo lo que se le permite a un desconocido. Pero hoy empezamos a ser desconocidos el uno para el otro.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.