A ambos lados de la carretera

Vamos dejando gente a ambos lados de la carretera.

¿Cuantas personas conoces?, ¿a cuantas has dejado de ver?. Hay persona que llegaron a ser muy importantes en nuestras vidas en momentos determinados, a quienes confesamos nuestros secretos más ocultos, personas imprescindibles en nuestro que hacer de cada día, personas básicas para nosotros.

Sin embargo con el pasar del tiempo muchas de esas personas importantes van desapareciendo de nuestras vidas y quedando plasmadas en nuestro recuerdo, dejando de ser personas físicas y convirtiéndose en recuerdos y añoranzas momentáneas.

¿Por qué ocurre esto?. Quizás por pura economía.

Tenemos trabajos, estudios, familiares a los que visitar, pareja a la que complacer y amigos de siempre con los que salir. Tenemos que ir eligiendo con quien estar por una simple economía temporal.

Decidimos quienes son dignos de nuestro tiempo y quienes no, dejando seguramente mucha gente interesante por el camino, gente a la que no podemos atender, a los que incluso en una época fueron dignos de nuestra atención y tiempo.

Y eso hace que veamos a esa gente, que vamos olvidando lentamente, como menos atractiva porque se produce una incongruencia en nuestros cerebros, "si esta persona es interesante ¿por qué nunca tengo tiempo para ella?", no es posible que sea interesante y a la misma vez que la esté olvidando paulatinamente, por ello para acallar esa incongruencia tachamos a esa persona interesante como menos interesante o incluso como no interesante, perdiendo así nuestro interés y dejando que el tiempo recubra a esa persona con el manto del olvido.

Matamos muchas oportunidades de crecer al ir perdiendo personas increíbles a los que no podemos dar nuestro tiempo y las vamos apartando a ambos lados de la carretera a la espera de que otras personas si puedan atenderlos como se merecen.

Dejamos muchos ex, muchos mejores amigos, muchos amantes, muchos compañeros de trabajo o de estudios, vamos dejando un poco de nosotros en ellos y parte de ellos viajaran con nosotros cada vez que desempolvemos el recuerdo de sus sonrisas y anhelos.

Allí a lo lejos los dejamos, a ambos lados de la carretera.