Reflexionando un poco y mirando en mi pasado amoroso me he dado cuenta que lo que más me gustaba es ahora lo que más odio, bueno quizás la palabra odio es demasiado elevada, incluso hasta par mi corazón, así que si no es odio, si es recelo, resquemor, dolor o rabia. Me explicaré.
Un día (mejor dicho en este caso, noche) me fijé en alguien que más tarde consideraría especial, me fijé en un principio en su amplia sonrisa, en su manera extrovertida de expresarse, tenía ese algo que la hacía diferente.
Hablaba con naturalidad y gracia, en eso tan especial me fijé y poco después me enamoró. Maldita sea la hora en la que me enamoré de ella por esos gestos que la hacían tan simpática, porque no obstante no iba a se él único que se fijara en ellos como era obvio, otros también vieron en ella esa gracilidad de expresiones, tanto es así que por su extroversión, conocía gente nueva y uno de esos nuevos amigos me la arrebató de mis manos, así que empecé a pensar que lo que más me gustaba de ella, esa extroversión y simpatía, fue al final lo que me alejó de la chica simpática, pero en ese instante solo lo presentí como una anécdota hasta mi siguiente relación.
Lo que me gustaba de la siguiente pareja que tuve era su independencia y manera de espantar moscardones (moscardón: chico pesado que habita en las discotecas), porque aquella forma de expresar su independencia me transmitía seguridad y me alejaba de la palabra celos, se estaba muy tranquilo a su lado, no necesitaba conocer más chicos. Pero quién me iba a decir a mí que un día se comportaría conmigo de la manera en la que se comportaba con los demás, tanto amaba su independencia que una tarde se acercó a mi para decirme que se alejaba, que prefería sus estudios y su vida de antes. Así que de nuevo aquello que tanto me gustaba se acabó convirtiendo en lo que acabaría con la relación. Es una ironía lo sé, pero no sé si esto lo pienso yo solo o hay como yo más gente a la que le ocurre que lo que más le gustaba de su pareja poco después se convertiría en lo que más odiaba o en lo que acabó con la historia romántica. Si hay alguien así me gustaría escuchar o leer (en su defecto) su historia.
Ah mi querido Jalo, no sé si haya algo peor que ir por la vida diciendo que me gustan los hombres "malos", creo que no necesito explicarte mas.
ResponderEliminarBesos
Ese es un claro ejemplo de lo que hablo, si.
ResponderEliminarNo hay nada peor que acercarse a alguien malo porque sabes que es malo, te la juegas a una carta y encima llevas la peor baza.
Un beso ntqvca.
Y sí: lo que hace que nos acerquemos a alguien y después nos enamoremos es lo que hace que posteriormente se alejen de nosotros.
ResponderEliminarEl que no arriesga no gana, pero a veces uno se cansa de arriesgar y arriesgar y lo que se supone nos haría mejores termina hundiéndonos en el pozo...
Todo lo que empieza al termianr sabe,huele,se oye,se siente distinto,todo ha cambiado pero aun asi intentas pensar en esas cosas que te hicieron sentir tanto al principio,las recuerdas y sientes que ya no hay nada que todo lo que hubo murio por el camino al pueblo de sus padres..si es muy triste..pero...asi son las cosas habra que seguir andando pero, nunca mas al pueblo de nadie.mmmuakk
ResponderEliminarYo solía salir con una estufa, y lo que más me gustaba de ella era su calor en las frías noches de invierno. Pero llegó el verano y la relación se acabó. Cómo odiaba de repente ese rebufo de aire caliente...maldita puta espero que arda en el infierno.
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