sábado, 12 de septiembre de 2009

Cinco meses en la vida del tiempo.

¿Y qué son cinco meses en la vida del tiempo?, una leve sonrisa, una diminuta lagrima escondida en un lago profundo, una mueca invisible de un mal perdedor. El tiempo apenas sabría que hacer con cinco meses, sería como preguntarte a ti qué harías en una milésima de segundo, no puedes ni planteártelo, pues inevitablemente el tiempo se va a reír de mí.
Cinco meses me han supuesto una sonrisa constante, un afluente de sangre nueva que recorría mis conexiones más profundas y olvidadas, cinco meses en los que he visitados zonas de mi ser que creía abandonadas, donde he recorrido calles nuevas con sabor a plato de patatas con comida china revuelta en sus ojos grandes y embutida en cerveza barata y tapa española, cinco meses en los que me ha dado tiempo a dar saltos megalíticos en zonas míticas, donde encendimos hogueras y tiramos papelitos deseando que nunca se apagara la llama, cinco meses de mares en calma y colchonetas de múltiples colores donde el erotismo hacia top-less cuando nadie miraba, cinco meses de zonas oscuras que subían y bajaban a las personas y que nosotros usábamos de esparcimiento orgásmico, tantos días como paseos a mascotas compradas en ataques de impulsividad romántica, cinco meses en donde pudimos bailar y emborracharnos con regalos magistrales sin lazo pero tan asombrosos como darle la mano a tu estrella preferida. Cinco meses de estar en la cama sin hacer nada más que mirarla, acariciarla y volverla a mirar, cinco meses haciéndonos la comida y embadurnando melones y sandias para ponernos cómodos y deleitarnos con sabores nuevos, cinco meses de películas y series que nunca viviremos pero que las observaremos con ese dulce cansancio con el que se observa todo cuando descansas en el cuerpo de la persona que te da calor, cinco meses que como al tiempo también le parece han pasado como un suspiro relleno de encanto y muchísima pasión. Si me dan cinco meses más así puedo asegurarte que doy por perfecta mi vida.

2 comentarios:

  1. Para ti cinco, para mí nueve. y encima hay q mirar al frente

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  2. Yo te doy cinco meses de calimocho cuando quieras, guapo. Muy buen texto.

    PD: Vuestros hurones muerden. Y mucho.

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