jueves, 3 de mayo de 2012

Relaciones de pareja. Cuando el problema es el sexo. Discontinuidad temporal sexual.

Hombres y mujeres somos distintos. En gran medida por nuestro dimorfismo sexual (los hombres tienen pene y las mujeres vagina) que nos lleva a tener ciertos comportamientos diferentes, entre ellos nuestra forma de vivir el sexo.

Cuando un chico y una chica se enamoran, sus cerebros cambian. En la mujer fluye una mayor cantidad de testosterona, lo que le lleva a aumentar sus ganas de tener relaciones sexuales, al chico, por el contrario, le disminuyen los niveles de testosterona, lo que le provoca que desciendan sus ganas de tener sexo indiscriminadamente y pueda centrase mejor en su ser amado (incluso algunos se sienten mal al masturbarse, ¿mala conciencia o cuerpo sabio?).

Una posible finalidad de este suceso, es que la pareja pueda centrarse más y mejor en sus quehaceres amorosos, ella desea sexo de forma continuada y el al descender sus niveles de testosterona, sigue deseando sexo pero con la pareja amada, ya no va mirando a lo loco, pensando lascivamente. Se produce una mayor unión en la relación. El enamoramiento provoca que se produzca una mayor afinidad sexual. Muchas mujeres declaran tener mejor sexo cuando sienten un vinculo emocional fuerte hacia otra persona, que en la mayoría de los caso suele ser su ser amado, es decir disfrutan más del sexo cuando están enamoradas y dicho sea de paso, desean tener más sexo pues este es considerado de mayor calidad.

Pero como tantas cosas buenas de la vida, el enamoramiento es una etapa considerablemente breve en la historia de una pareja, las sustancias que segregamos al enamorarnos poco a poco vuelven a su estado inicial (en parte porque el cuerpo se habitúa a los cambios, en parte porque el proceso de enamoramiento conlleva un gasto de energía que el cuerpo no está dispuesto a mantener más allá de lo necesario), se produce un estado de homeostasis, del griego homo (ὅμος) que significa "similar" y estasis (στάσις) "posición", "estabilidad", es la característica mediante la cual se regula el ambiente interno (metabolismo), para mantener una condición estable y constante (para más información consultar Wikipedia).

Esta homeostasis, puede provocar lo que yo denomino “La falacia del sin sexo no hay amor”. Me explicaré. Cuando pasa el tiempo los niveles de testosterona vuelven a un estado inicial en las parejas, al hombre le aumenta el deseo sexual y a la mujer le disminuye, en tanto en cuanto antes estos valores estaban trastocados, como hemos explicado antes. Si el amado era un ser muy sexual antes de conocerla y ella era una persona donde el sexo no jugaba una variable importante, se puede producir un problema temporal sexual, el quiere constantemente y ella ya no. Y lo que comienza provocando que una pequeña bola de nieve se pueda convertir en un alud, son los posibles pensamientos circulares de ella. Nuestra amada puede preguntarse a sí misma porque ya no nos desea tan fervientemente, y se plantea la posibilidad de que quizás ya no esté tan enamorada (“falacia del sin sexo no hay amor”) lo que la inquieta y al acercarse el amado con ganas de retozar amorosamente, ella se sienta bloqueada, confusa y con sus pensamientos circulares rondándole la cabeza, lo que le provoca mayor tensión y una evitación de esta sensación desagradable, a su vez el amado se siente rechazado y frustrado, pudiendo agudizar el estado de ella, presionándola, no entendiéndola y en definitiva tensando la cuerda aun más, lo que conlleva a que la palabra sexo se vuelva desagradable para ambos.

En definitiva, ella cree que ya no está enamorada porque el deseo sexual ha disminuido, el se siente frustrado porque ella ya no le desea y además tiene la necesidad fisiológica casi constante de mantener sexo, provocando en definitiva un conflicto sexual en la pareja debido a esta discontinuidad temporal sexual.

Las relaciones amorosas han de ir más allá del enamoramiento, esta es solo una etapa más en la vida de una pareja, es normal que se produzcan cambios en nuestro deseo sexual, debemos entenderlos para no provocar pensamientos erróneos y circulares, la pasión es un ser juguetón que aparece y desaparece, que necesita mimos, cuidados y carantoñas, no es una constante en la vida de pareja y que si desciende no es porque el amor haya expirado sino porque quizás se ha entrado en otra etapa, más profunda aunque menos pasional. Las plantas sobreviven si son regadas, la pasión también necesita regarse y no con pensamientos circulares tan peligrosos como venenosos. Y cuando tenemos problemas sexuales, necesitamos la comprensión del amado, no que nos presionen, que nos chantajeen emocionalmente, pues esta postura agudiza aun más el problema, pudiendo pasar de una situación soluble a una insoluble y mortal. Debemos entender que la pasión fluctúa, que este proceso de fluctuación es algo normal y que no conlleva necesariamente al fin de una relación.

Para terminar otros datos curiosos de cómo afecta el sexo a ambos lados de la cama.

El alcohol aumenta el deseo sexual en la mujer y disminuye en el hombre, incluso el hombre puede perder el control de su miembro viril, es decir, puede costarle tener una erección. Un pensamiento catastrofista podría ser “no somos compatibles ni cuando bebemos juntos”.

Por otro lado, después de mantener sexo con nuestra pareja, la testosterona afecta en el hombre dándole la sensación de sueño y la oxcitosina (del griego ὀξύς oxys "rápido" y τόκος tokos "nacimiento") es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro. También llamada La hormona de los mimosos) en ella, le provoca las ganas de mantener un vínculo amoroso con el amado, lo que conlleva a mayores ganas de hablar. Así pues mientras él piensa en dormir ella piensa en mantener un vínculo amoroso. Las cosas del amor y del sexo.

Hay que dejar claro, que siempre que se habla de estos temas, se hace desde la perspectiva de lo general, de lo que le ocurre a la mayoría de las parejas, pero no a todas, esto no son matemáticas puras, no siempre uno + uno suma dos, cada relación varia en ciertos aspectos en lo que se considera una relación media o típica. Pero en todo caso seguramente a más de una pareja le resulte familiar lo comentado en este articulo. Espero que les haya servido para entender un poco mejor, en la manera de lo posible, como funcionamos hombres y mujeres en las relaciones de pareja. Ánimo y a seguir entendiéndonos, que remedio.

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