La idea principal a desarrollar
es la siguiente: La agresividad y el contacto físico en juegos o actividades deportivas
en edades tempranas puede suscitar las primeras sensaciones de excitación sexual.
Hecho que de adultos puede llevar a la persona a tener instintos sádicos, pues
alberga en su inconsciente una sensación de excitabilidad sexual ante la
agresividad, la lucha y los deportes de contacto.
Sigmund Freud (1856-1939) |
Freud en sus ensayos sobre la teoría sexual nos dice “muchos individuos nos han comunicado que
los primeros signos de excitabilidad de sus genitales aparecieron durante un cuerpo
a cuerpo con sus compañeros de juego, situación en la cual, además del esfuerzo
muscular general, actúa el contacto de la piel del niño con la de su
contrincante” y añade “En la
producción de la excitación sexual por la actividad muscular se hallará quizás una
de las raíces del instinto sádico. Para muchos individuos la conexión entre la
lucha y la excitación sexual codetermina la posterior orientación preferida de
su instinto sexual”.
Puede que las primeras
situaciones de agresividad, lucha y actividad física produjeran una excitación
sexual de corte inconsciente o incluso consciente, hecho que quedará fijado a
modo de condicionamiento en la época adulta y cuando esta persona es sometida
por su objeto sexual de forma agresiva, puede sentirse excitada, el llamado masoquismo[1],
o a la hora de someter al otro, el conocido sadismo[2].
Por lo que de adulto una persona que se sintió excitada de pequeña ante la
lucha o el cuerpo a cuerpo (por ejemplo una persona que desde niño practicaba algún
tipo de lucha como Karate o Judo) puede que albergue en él ideas masoquistas o sádicas
en cuanto a la excitación sexual. Y como el mismo Freud afirma, toda persona sádica puede hospedar en sí una parte
masoquista, donde necesite recibir daño físico y a la vez proporcionar dolor en
el otro para conseguir una excitación sexual enérgica.
Pero no necesariamente toda
persona que en la niñez se sintió excitado por el contacto físico agresivo, de
adulto deba albergar ideas eróticas masoquistas o sádicas, pues otras variables
pueden estar en juego para inhibir o estimular esta conducta, como por ejemplo una
predisposición genética hacia estas tendencias o por otro lado, sentimientos de
culpa surgidos en la infancia por una educación familiar que incitaba al
menosprecio del menor, tanto cuando hacia las cosas mal como cuando las hacia
bien, este menosprecio continuado, puede promover en el menor un sentimiento de
culpa que de adulto desea solventar pidiendo o consintiendo ser agredido para alcanzar
una excitabilidad sexual máxima, puesto que es una manera de acallar su
sentimiento de culpa a través del castigo que a la misma vez provoca redención
y excitación. O mantener una conducta sádica, asestando daño al objeto
sexual para sentir el placer de la excitación, pues puede redimirse de su
pasado perturbado infringiendo un daño en el otro y satisfaciendo así su
necesidad de culpar a los demás y sentir a la vez satisfacción sexual.
Estas son posibles causas del sadismo y el masoquismo en la edad adulta, provenientes de las primeras
experiencias de la infancia, pues estas marcan al niño y transforman al adulto.
Por último, no debemos considerar estas
conductas como perturbaciones, si son ocasionales y están dentro del juego amoroso
de la pareja y no dañan realmente a nadie, puesto que la sumisión y la
dominación son dos fantasías sexuales comunes en hombres y mujeres. El
trastorno surge cuando la única manera de alcanzar excitación sexual aparece
con estas conductas perturbando las relaciones sanas sexuales/amorosas y además
turbando negativamente a la persona que las padece puesto que en realidad desearía
excitarse de otras muchas formas pero no puede.
Todo juego sexual incluso con
toques perversos puede ser tolerado y sano mientras no se dañe la dignidad de
ninguna de las personas que están participando.
Bibliografía:
Freud, S. (1983) El yo y el ello.
Tres ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. Madrid: Ediciones Orbis
Datos sobre sadismo y masoquismo
en Diccionario Psicológico, Proyecto Salón Hogar, disponible en: http://www.salonhogar.net/Diccionario/diccionario_psicologico_R_S.htm
[1]
Masoquismo: Trastorno psicosexual en
el que la excitación sexual se consigue a través del dolor físico o la humillación
infringida y/o solicitada por un miembro de la pareja a otro.
[2]
Sadismo: Trastorno psicosexual en el
que el sujeto obtiene placer del acto de infringir dolor y humillación a otra
persona para satisfacer sus deseos sexuales.
Datos disponibles en: http://www.salonhogar.net/Diccionario/diccionario_psicologico_R_S.htm
Muy bueno tu artículo.
ResponderEliminarBuena recopilación del tema oríginal de Freud y una explicación muy clara.
excelete!!!!! muy buen planteo teorico!!! saludos desde Cordoba ,Argentina!!
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