sábado, 26 de octubre de 2013

Capacidad de adaptación y política.

Algunos sistemas políticos para conseguir sus propósitos se aprovechan de un proceso inherente al ser humano, denominado: capacidad de adaptación. 

Todo ser humano está equipado para adaptarse a las adversidades, los cambios y las dificultades provenientes de su entorno, ya sean impuestas conscientemente o debidas al azar y gracias a esta capacidad podemos afrontar las vicisitudes con dócil optimismo. Algunos políticos aprovechan esta capacidad de adaptación para aprobar leyes desafortunadas e injustas, pues saben que en un principio la masa se revelará
con huelgas, carteles y silbidos, pero poco a poco con el silencio como respuesta, todos nos adaptaremos, callaremos y nos acostumbraremos, saben que esperar es la estrategia perfecta, ya que nuestro poder de adaptación se impondrá tarde o temprano (el ser humano se acostumbra a lo injusto, buscando en lo injusto algo de justicia o por simple y demoledora indefensión aprendida). Siempre quedaran reductos de rebeldes que no cesaran en su empeño por cambiar lo injusto, pero se convertirán en una minoría fácil de ningunear y criticar, pues nos harán ver que quedan lejos de la corriente socializada.

El silencio y la espera es el arma para políticas que no buscan el dialogo y el consenso. 

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