Mis maletas estaban en la entrada o en este caso en la salida....
Babilonia tiene algo de especial y arrebatadoramente envolvente, en parte por las personas que habitan en él, ya que son encantadoras y absorventes con sus sonrisas que incitan a la locura, la lujuria y el desenfreno, en parte por las posibilidades de distracción que ofrece, es el paraíso para aquel que huye de recuerdos que le atormentan, que huye del dolor o del desamor como era mi caso, enamorado perdidamente de Zion.
Aquí me encuentro de nuevo en el bar donde me reservan la silla para que mis desgastados riñones trabajen cómodamente en el regazo de la cantina, el camarero con su sonrisa perversa me invita a beber y me dice: "¿lo mismo de siempre?", "si, mi vodka con redbull, por favor", respondo yo, arriba el dj al ver mi presencia pone la canción que tantas veces pedí en mi estancia en Babilonia, (me equivocaría otra vez), mi copa, mi canción y un cigarro me esperan, otra vez esa sensación de familiaridad, otra vez de nuevo en Babilonia.
Hay chicas a mi alrededor, chicas que miran y que miro pero de las que aún no estoy dispuesto a servirme ni de las que se servirán de mi para acallar sus fuegos internos, no estoy dispuesto a regalarme ante cualquiera.
Prefiero sosegar mi alma y cuerpo primero, reflexionar sobre lo que hice mal y mejorar lo que se hacer bien.
Recuerdo a Zion, sigue siendo imnotizante para mi todo lo relacionado con este lugar, aunque voy notando que poco a poco se irá borrando de mi memoria lo especial que era ese sitio en el que siempre dormía plácidamente. De mi estado de depresión sale en pequeñas cantidades un estado de neutralidad y de calma interior al que yo llamo Estado Cero (ni frió, ni calor), caracterizado por apatía, somnolencia y neutralidad ante mis emociones internas, el amor que sentía se va apagando y con ello mi estado mental de intranquilidad. Al Estado Cero se llega distrayendo la mente con otras preocupaciones y distracciones como son estudios, trabajos o cualquier tipo de cosa que te mantenga lejos de los pensamientos de vacío que produce la perdida de algo a lo que amas.
Días de Estado Cero se combinan con días de querer volver a saber algo de Zion, mandar una carta, llamar al embajador de Zion lo que sea para volver a estar en contacto, poco a poco el Estado Cero se comerá definitivamente a estos estados de regresión al sufrimiento y un día me levantaré siendo yo mismo de nuevo.
A ese estado cero es a lo que me refiero cuando digo que no tiene nada que ver con el amor. Bienvenido a la cordura.
ResponderEliminarSi no te importa, te linkeo.
ResponderEliminarSaludos