miércoles, 13 de abril de 2011

¿Es correcto enseñar a nuestros adolescentes una educacion afectivo-sexual?

Para responder a esta cuestión vamos a poner de relieve dos posturas enfrentadas, como es el caso de una madre (Belén) preocupada por los cambios de sus hijos adolescentes que desea que alguien la asesore en lo referente al afecto y sexualidad para ayudar a sus hijos y la postura de un profesor de literatura que se opone a este tipo de educación afectivo-sexual pues según su punto de vista, esta educación incita al alumnado a mantener prácticas sexuales sin control e irresponsables. ¿Qué postura es la más adecuada, buscar asesoramiento y educación afectiva-sexual o no hablar de estos temas por miedo a que los alumnos/hijos se vuelvan unos promiscuos incurables?

La postura adecuada es la de Belén, pues ante determinadas etapas evolutivas que implican cambios en todos los niveles del ser, se hace necesario guiar el proceso a través de la formación, información y asesoramiento pertinente, pues los adolescentes sufren cambios a nivel fisiológico y social y estos cambios a veces comportan incomprensiones por parte del que los sufre y de los familiares allegados, que no saben cómo afrontar con los jóvenes los cambios que acontecen.

Es normal y sano que Belén este preocupada, que quiera informarse y recibir orientaciones pertinentes antes los cambios adolescentes para poder ayudar a sus hijos en lo concerniente a estos cambios biológicos, emocionales y sexuales.

La orientación que puede recibir Belén se puede realizar a través de una consulta directa con el orientador del centro donde estudian sus hijos utilizando el modelo de Counseling, o a través del tutor siendo este informado previamente por el orientador, utilizando así el modelo de Consulta o si el Departamento de Orientación del centro tiene establecido un programa sobre la educación afectivo-sexual de los adolescentes, puede llevarse a cabo desde este, siendo el modelo de Programas el utilizado para esta labor.

Los motivos por los que se debe realizar una educación afectivo-sexual en adolescentes son varios, destacando:

 Los jóvenes deben saber que es el amor y el enamoramiento, los cambios que estos procesos producen en el organismo y en la personalidad, deben tener afectos positivos hacia los demás y hacia sí mismos, aproximarse al autocontrol de las emociones, saber distinguir entre la diversa gama de emociones y alcanzar una sana empatía hacia las personas de su sexo y del sexo contrario.

 Es importante educar a los jóvenes en la autoreflexión y afirmación de su identidad sexual, para que alcancen una sexualidad adaptada, libre y madura a lo largo de su ciclo vital. Alejando así al adolescente de mitos, falacias, sentimientos de culpa y ansiedad provocados por una mala información y una deficiente autoreflexión.

 Los adolescentes necesitan conocer mejor su cuerpo para que puedan alcanzar la autoestima necesaria, tan importante en esta etapa de su desarrollo, pues una autoestima deficiente puede acarrear ansiedad, depresión, trastornos alimenticios y diversos problemas emocionales. Debemos pues, fomentar conductas saludables y placenteras en lo que respecta al autoconocimiento corporal y el conocimiento del cuerpo de los demás.

 Hay que enfatizar el componente afectivo de los seres humanos, pues somos seres sociales y debido a ello buscamos el afecto sano de los demás, debemos enseñar a los jóvenes a distinguir entre afectos positivos como el amor y otros negativos como la dependencia afectiva, para que ellos mismos puedan defenderse de relaciones toxicas, que afectaran negativamente su salud, sus relaciones sociales, sus estudios y trabajos.

 Los adolescentes deben ser conscientes de la importancia de la comunicación en la pareja, han de entender la comunicación como uno de los eslabones del buen funcionamiento y de una relación adecuada y sana, pues la comunicación es la vía del conocimiento mutuo, del conocimiento de los sentimientos del otro, de los sentimientos de uno mismo, porque al comunicar, los demás aprenden de nosotros y nosotros mismos aprendemos y nos hacemos conscientes de lo que nos ocurre, de lo que queremos y de lo que denostamos. Tenemos que hacerles ver a los adolescentes que deben escuchar a sus parejas para que sepan que quieren de ellos, para que logren un conocimiento real y autentico de su relación interpersonal.

 Hemos de enseñar que el amor verdadero es equilibrado, dulce, amable, responsable, maduro y plenamente satisfactorio, pues pese a que ambos lados de la pareja contienen defectos estos son salvables y los que no lo son se hacen entendibles y aceptables. Eso no quiere decir que las parejas no discutan, todas lo hacen y mucho, la diferencia está en que unas son tolerantes, realizan quejas entendibles, no críticas a la persona y no imponen su ego continuamente sobre el otro y las otras parejas son las que discuten con el mero objetivo de estar por encima del otro, no toleran quejas y no saben parar a tiempo su estado de enfado.
Las primeras son felices, las segundas destructivas.

 Es importante educar en aspectos como el respeto y la igualdad entre sexos, disminuyendo y en el caso optimo, eliminando toda discriminación por razón de género. La discriminación y el rechazo al otro sexo, puede ser síntoma grave de un proceso de misoginia o androfobia. Debemos educar en el respeto, la tolerancia y el afecto positivo sobre las personas del mismo sexo y del sexo contrario. Así también estaremos previniendo las conductas machistas o feministas (en el sentido peyorativo, pensamiento radical) de nuestros adolescentes.

 También es importante que los adolescentes interioricen actitudes positivas hacia la sexualidad, a través de la reflexión y el autoconocimiento, aportando un entorno seguro, cómodo y afectivo en donde los jóvenes puedan expresar sus dudas, temores y cuestiones sobre este tema del afecto y de la sexualidad.

 Por último deben conocer las medidas anticonceptivas disponibles a su alcance, han de aprender a perder el miedo a pedirlas y debemos eliminar mitos y falacias sobre los métodos anticonceptivos que aparecen en la cultura popular. Estos jóvenes han de conocer las diversas enfermedades de transmisión sexual, sus efectos y causas, para que puedan prevenirlas y si las padecen que puedan reconocerlas y avisar lo antes posible a su médico.

Por todos estos motivos se hace necesario educar afectiva y sexualmente a nuestros adolescentes, pues queremos generaciones de chicos y chicas con pensamientos sanos, adecuados, exentos de teorías implícitas equivocadas, de mitos y falacias que entorpecen el conocimiento saludable del afecto, del sexo y por ende del conocimiento de uno mismo y de los demás, apoyados siempre en la tolerancia, respeto y la democracia.

Por ello la idea del profesor de literatura es errónea, en tanto que no se ofrece una educación para que los jóvenes sean unos irresponsables sexuales, sino todo lo contrario, se realiza una educación afectivo-sexual para que los adolescentes alcancen una madurez y una alta responsabilidad en sus actos emocionales, afectivos y sexuales. No se incita a los adolescentes a una práctica sexual a lo loco, más bien a que sepan controlar sus emociones, sus afectos y su sexualidad y hagan uso de ella de manera adecuada, responsable y sin sentimientos de culpa ni ansiedad.

Por otro lado es cierto que muchas campañas que se llevan a cabo de información y formación a adolescentes en este tema no acaban de lograr unos resultados óptimos, pues como nos avisa Goleman, la información y la formación pierde efectividad si no va acompañada de programas de inteligencia emocional, cercanos y capaces de cambiar patrones de conducta erróneos de nuestros adolescentes. Para este autor los componentes eficaces de un programa de prevención son :

 Habilidades emocionales:
• Identificar y etiquetar sentimientos
• Expresar sentimientos
• Evaluar la intensidad de los sentimientos
• Controlar sentimientos
• Demorar la gratificación
• Control de impulsos
• Reducir estrés
• Conocer la diferencia entre los sentimientos y las emociones

 Habilidades cognitivas:
• Hablar con uno mismo: dialogo interno
• Saber leer e interpretar indicadores sociales
• Dividir en pasos el proceso de toma de decisiones y resolución e problemas
• Comprender el punto de vista de los demás
• Comprender las normas de conducta
• Mantener actitud positiva ante la vida
• Tener conciencia de uno mismo

 Habilidades de conducta:
• No verbales: expresión facial, tono de voz etc.
• Verbales: enviar mensajes claros, saber escuchar, etc.

Una vez trabajados estos aspectos de forma previa a cualquier tipo de prevención educativa podemos entablar las bases de la educación afectivo-sexual y trabajar el tema afectivo y sexual de manera más completa y eficaz, es decir primero asentamos las bases expuestas por Goleman (los alumnos aprenden los tres tipos de habilidades) y después ya estamos capacitados para educar en el afecto y la sexualidad de nuestros jóvenes, pues tendremos unas bases más fiables de eficacia.

Por último y para ayudar a Belén en cuanto a las cuestión que plantea sobre cómo saber cuáles son las dudas y problemas más frecuentes en la adolescencia y siguiendo el hilo de los motivos por los que asesorar y orientar al adolescente, puedo decir que estamos obligados a educar afectivo-sexualmente puesto que nuestros adolescentes suelen tener una serie de dudas y temas que les interesan, que corresponde resolver con información y formación adecuada. Estos temas son los siguientes:

1. Para sus hijos de 13 y 14 años los temas que pueden ser de interés son:
1) Conocer los cambios físicos y psicológicos que se están produciendo
2) Diferenciar entre pubertad y adolescencia
3) Conocimiento de los órganos masculino y femenino
4) Masturbación
5) Identidad sexual
6) Edad en la que se puede tener la primera relación sexual
7) Saber si en la primera relación sexual puedes quedarte embarazada
8) Preocupación social por no tener aun relaciones afectivas o sexuales.

2. Para jóvenes de 15 años en adelante los temas de interés son:
1) Las fases del sexo
2) Los juegos sexuales
3) Conceptos relacionados con la sexualidad: sensualidad, seducción, coito, etc.
4) Métodos anticonceptivos y ETS
5) Centros de planificación familiar
6) Posturas y actividades sexuales
7) La importancia del tamaño del pene
8) Si la masturbación es una conducta anormal
9) Saber que posturas son las mejores
10) Diferencia entre coito y orgasmo
11) Que son las fantasías sexuales
12) Que es la eyaculación precoz y la impotencia
13) Aspectos sobre la homosexualidad, adicción al sexo, edad para usar anticonceptivos, etc.

Para finalizar todo lo comentado debemos tener en cuenta un factor clave a la hora de llevar a cabo un programa de prevención: la familia.

Pues la familia es el motor de la socialización del adolescente, donde se transmiten creencias, valores, actitudes y también errores cognitivos, mitos y falacias. Por ello debemos tener en cuenta a la familia tanto para formarla como para informarla, pues a veces se hace tan necesario educar a los jóvenes como a los padres.

3 comentarios:

Deja tu comentario, es valioso.