No me va quedarme paralizado, no me va tener que esperar a que una luz nos ilumine, no me va ser distinto a la fuerza, no me va cambiar la foto por otra forzada donde nada es lo que parece. No me va.
Me va pensar que he hecho cosas mal pero que tienen redención, me va bien quedar en cinco minutos para darte todo lo que se me ha privado darte por el bien de los dos, me va sonreír y no sentir un nudo en la garganta porque quiero y no puedo, por no parecer un desquiciado que a los cinco minutos de estar lejos quiere volver, quiere silencio y amor. Me va todo lo que me iba cuando empecé a conocerte, no me va cambiar los muebles porque huelen a desesperanza y pasado. Me va cada lagrima que significa que si te pierdo me pierdo y todo queda difuso, me van esas lagrimas porque te están valorando, queriendo, casi tanto como yo. Si te vas se va el sentido, la gracia, el consejo, la dosis perfecta, el sonido de lo único, de lo irremplazable, todo se va contigo y me deja desnudo, sin pelo, sin piel, sin carne, sin hueso.
El sexo me da igual, porque sin ti no hay sexo posible. Me da igual que envejezcamos a distinto ritmo, me da igual si aun no estás embarazada, me da igual todo, si me sigues queriendo.
Quieres mejorar en la distancia para volver reforzada de amor, pero ¿y si por querer ir a Londres acabas en Paris?, quieres recorrer un trozo de camino sola, para arreglar el mapa, pero tengo miedo de que cambies de destino cuando comiences a andar sola, sin mi sonrisa cerca de ti. Porque todo cambia, todo se modifica, deseo que vuelvas ahora y nos inmortalicemos con palabras y actos firmes, que sigamos el mismo camino, sea a Londres o a Paris….
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, es valioso.