Hoy traigo este libro. Allones realiza una interpretación sociológica del liberalismo, nacionalismo, socialismo y feminismo.
Parte de la idea central que estos ismos son productos del capitalismo, pues este no posee una ética, ya que solo se basa en lo mercantil y económico. La falta de ética promueve que surjan distintos ismos que vienen a paliar tal situación.
Cada ismo representa una fractura creada por el capitalismo:
La primera fractura estructural la representa la dicotomía: parlamentarismo vs autocracia, de la que surge el liberalismo.
La segunda fractura se produce entre campo vs ciudad lo que promueve el nacionalismo.
La tercera fractura la conforma el enfrentamiento entre asalariados contra empresarios, surgiendo el socialismo.
Y la última fractura es la que se produce entre las mujeres y el machismo institucional, promoviendo las distintas olas feministas.
El liberalismo aparece cuando la burguesía empieza a querer tener el control de los gastos e impuestos que hasta entonces eran manejados por el Rey y sus asesores. Aparece un empoderamiento capitalista que acaba con algún que otro rey decapitado. Se produce una revolución liberal con sus inicios en Inglaterra.
El nacionalismo es un ismo que engulle a todos los demás, es el ismo más carismático y atrayente. La desmaternalización provocada por el auge capitalista deja desnudo al individuo que necesita sentirse arropado por su patria. La estructura social maternofilial de épocas pasadas es abolida por la estructura social capitalista que ya no necesita a la madre cuidadora sino a la mujer trabajadora. Ambos miembros de la familia ahora son subyugados por igual por el capitalismo. Ante esta situación el auge nacionalista se torna como elemento moral. No hay familia pero hay patria.
El socialismo es la reivindicación del asalariado ante la alienación capitalista. El asalariado solo tiene la fuerza de trabajo, solo puede venderse a si mismo para recibir las migajas suficientes con las que poder alimentarse y dormir para volver a trabajar. La irremediable invalidez moral capitalista provoca una genuina indignación moral contra ella. Aparece así el sindicalismo, el cooperativismo, los luditas y otras formas más o menos sofisticadas de socialismo.
El feminismo se alza contra el machismo. Un machismo que es endógeno, persistente e indestructible pero mutable. El machismo institucional que excluyó a la mujer de la empresa privada, al trabajo remunerado y del funcionariado, se debe a la cultura patriarcal premoderna. El capitalismo fue necesitando cada vez más la mano de obra de la mujer, no teniendo problemas en que esta se incorporara al mundo laboral. Será pues el antiguo pensamiento machista lo que frena este avance. Para el capitalismo la servidumbre de la mujer es tan válida como la del hombre. En la actualidad la mejor manera de ser anticapitalista es teniendo hijos, ya que estos se han convertido en un estorbo para el capitalismo, pues el tiempo que se le dedica a los hijos es un tiempo perdido para el negocio y el currículo propio. Lo que pudiera parecer una lucha feminista, como la reivindicación del trabajo, se convierte, al mismo tiempo, en una alianza con el capitalismo.
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