Arrastrado, vislumbrando el camino, pero con pocas fuerzas para saber a donde quiero ir. Parece claro que todos viajamos en el mismo tren porque queremos ir a mismo sitio, otros prefieren ir en bicicleta, dicen que para disfrutar mejor del paisaje mientras llegan a su destino, otros van en avión para recorrer el mismo camino pero en menos tiempo, cada uno elige su manera de llegar, a mi me echaron del tren y ahora me toca ir andando.
Al parecer no soy el único al que han echado del tren, detrás de mi veo una persona con una pequeña maleta de viaje que también ha bajado, quizás a ella no la echaron sino que se bajo por cuenta propia y decidió ir andando, se cansó de las comodidades del tren y prefirió llegar con el sufrimiento de aguantar todo el camino con un calzado que se va gastando, deteriorando a cada paso que da.
Me detengo a esperarla, la curiosidad me puede, tengo que preguntarle porqué bajó del tren y ahora hace el camino a pie. Se acerca con una sonrisa hacia mi, se detiene, me mira y dice:
"Si a donde queremos ir no esta tan lejos"
"¿ Como estas tan segura?"- dije yo.
"Porqué podemos parar donde quieras y ese será el lugar a donde nos dirigíamos"
"¿Dices que cualquier sitio puede ser el bueno?, ¿podemos parar ahora mismo y habríamos llegado a nuestro destino?"
"¿Te gusta este sitio para asentarnos?- respondió ella".
"La verdad es que no, me parece inhóspito y algo desagradable".
"Pues entonces aún no hemos llegado, cuando llegamos lo sabrás de sobra".
Me quedé mirándola, tenía esa determinación de las personas que saben lo que quieren a cada momento, a lo mejor en su interior albergaba tanto miedo como yo por no saber en verdad cómo, ni dónde, ni de qué manera se llegaba a nuestro destino, pero si lo tenía, lo disimulaba muy bien. Quería saber más de ella, me intrigaba, era una desconocida que a cada paso que dábamos se iba haciendo más familiar, tenia la sensación de que si existí en otra vida, seguramente ya me habría cruzado con ella en ese pasado. Quería acompañarla hasta el final de su camino.
"¿Puedo hacerte compañía hasta que lleguemos a nuestro destino?"- pregunté yo.
"Me lo pensaré mientras caminamos juntos"- respondió ella con una sonrisa.
Y así caminamos uno al lado del otro, paso a paso, palabra tras palabra sabiendo que en verdad nuestro lugar de destino no estaba tan lejos......
5 comentarios:
me acuerdo que yo tenia unas botas tan desgastadas de andar y buscar el lugar correcto que al final se cansaron y me abandonaron a medio camino de ninguna parte..donde estaran las desertoras?...eeee creo qe van por ayi!!! a por eyassss!!!
Creo que lo que mas me gusto de "No tan lejos" es la luz de esperanza que dejas leer.
Me late cacahuate.
magia, en el camino...
La esperanza de poder andar con alguien a quien escuchar, la magia de lo incierto pese a que te abandonen tus botas por el camino...
Esperanza, magia, destino, el lugar correcto...... LA VIDA QUE VIVIMOS.
No había leído tu comentario, hoy de casualidad lo encontré, gracias por visitarme.
Te leeré
=)
Saludos
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