domingo, 6 de enero de 2013

A esa pequeña melancólica que se cruza en mi camino.

No puedo explicar porque elegí ese camino, no me gusta creer en el destino ni en la fatalidad de que la tostada siempre cae por el lado de la mermelada, no tengo supersticiones en mis bolsillos y me da dentera creer en hadas, pero no puedo explicar porque sabía, antes de llegar, que caminaría hacia ti sonriente como si te conociera de toda la vida o como si la vida nos conociera a los dos y quisiera presentarnos formalmente. No puedo explicar porque tu melancolía se respiraba en el aire, como el olor del pastel de unos dibujos animados y yo con los pies por encima del suelo, igual que un fantasma embriagado, me acercaba a ti. Y te vi. Con esos ojos vivos, con esa cara de pequeña, con esos brazos abiertos y nos quedamos sorprendidos y desde entonces no quisimos despegarnos, por si acaso era un sueño, un espejismo, o las ganas de sexo que nos hacían creer que alguien estaba al otro lado. Después te convertiste en fuego, en saliva, en piel, lubricando todo mi estado, y necesitábamos contárselo a la almohada. Esperamos sin dormir hasta que las ruedas y el volante de esta aventura nos condujeron al mar, a la soledad, a la pasión desesperada.

Hoy aun nos quedan ganas de volver a conocernos cada día un poco más, a emborracharnos sin querer mientras el sol nos invita a entre-cerrar nuestros ojos a causa de su fuerte vitalidad, a comer pequeños bocadillos que nos duran una eternidad, a sonreír y volver a besarnos. Quieres hacerme el amor me dices, mientras sonríes coqueta e intensa y yo te muerdo la oreja para no dejarte pensar en otra cosa que no sea imaginarnos a ambos desnudos en alguna playa nudista de las afueras de nuestro ser.

Y te alejas, pero intuimos que volveremos a conectar, pese a los miedos del pasado y las incertidumbres del futuro, porque al fin y al cabo somos valientes, y deseamos ser compatibles al entrelazar las manos, al arrojar ideas y al saborear el placer del erotismo carnal y salvaje. ¿Será la ventana de tu cuerpo compatible con la persiana del mío? Sabes que deseas averiguarlo, espérame donde te dije y pronto lo sabremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pese a los miedos del pasado y las incertidumbres del futuro, volverenmos a conectar, ates o después llegará nuestro momento. terroncitos de azucar.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.