Semanas agitadas, debates con posturas
mejor y peor argumentadas. He leído todo lo que ha caído en mis redes sobre
este tema, de un bando y del otro. Y me siento preparado para dar mi visión del
asunto como experto en educación (sin ánimo de caer en la falacia ad
verecundiam) y como sexólogo Presidente de una asociación que se dedica a la
educación sexual (ASSEX).
Me caracterizo por seguir el lema “máxima
caute” Spinozista, donde la cautela se convierte en una guía a la hora
de hacer comentarios públicos. De ahí que no me prodigue mucho en el campo de
mostrar mi opinión de forma pública. Por cautela, pero también por vergüenza de errar, pues otro de los lemas que
tengo presentes cada vez que voy a hablar en público es “la ignorancia es muy atrevida” donde saber un poco de algún tema te
lleva a creer que sabes más del mismo pero conforme lo estudias detenidamente,
te das cuenta lo poco que conoces y la de veces que has errado el discurso, por
creer que sabias más de lo que en realidad controlas.
A estos dos lemas, le acompaña un
último que dice “creyendo que haces un
bien puedes estar haciendo un mal mayor”. Este lema nos compele a pensar
dos veces (o las que hagan falta) sobre aquello que queremos defender y hacer
que se aplique, pues hay momentos que defendemos una causa que puede parecernos
justa pero que si se aplicara podría causar más daños que beneficios a nivel
global. A todo esto se suma la idea de pensamiento
complejo de Edgar Morín, el cual nos indica que tendemos a fragmentar el
conocimiento, a ser reduccionistas con la realidad y defender la parte como si
fuera el todo, con lo cual nuestra visión es estereotipada, basada en nuestros
anhelos desiderativos más que en evidencias y hechos probados. Morín apuesta
por un pensamiento complejo que
convive con las contradicciones y con los opuestos, porque cada opuesto ofrece
una realidad parcial que tampoco podemos desestimar para generar una
complejidad mayor, más cercana a la certeza.
Estos argumentos nos trasladan a Karl Popper, que nos dice que el único
modo de analizar la validez de un argumento es mediante el error por medio de
la falsabilidad (comprobar donde
nuestro argumento puede fallar). Mostramos pocas habilidades para comprobar la
falsabilidad de nuestros argumentos, no buscamos evidencias que contradigan lo
que pensamos, sino que vamos detrás de datos que confirmen nuestros juicios, lo
que acaba conviertiendose en un “prejuicio
de confirmación” (solo buscamos donde queremos encontrar la verdad). En definitiva,
nos sentimos mejor encontrando evidencias que confirmen la verdad de nuestras
creencias que buscando hechos que las falseen. Necesitamos más Sócrates (tábano
de Atenas) que nos cuestionen y menos fariseos que nos adulen.
Esta última reflexión me conduce
hacia el “efecto burbuja”. Los
algoritmos de algunas redes sociales están diseñados para buscar qué es aquello
que nos complace para así mostrárnoslo evitando y eliminando lo que no nos
gusta (medido en clics y “me gustas” etc) Esto provoca que acabemos encerrados
en una burbuja donde solo aparecen elementos que confirman nuestras opiniones.
Si a eso le sumamos que solo seguimos a gente que piensa como nosotros,
periódicos digitales que nos dan lo que queremos oír y un largo etcétera, al
final nuestro cerebro empequeñece y nuestra brutalidad y fanatismo aumenta. Por
ello, yo intento seguir a periódicos dispares y mantener amistades que
manifiestan ideas contrapuestas con el objetivo de no radicalizarme y para
tener contrariadas a redes sociales como Facebook (objetivo: que les cueste
catalogarme).
Teniendo todas estas premisas en
cuenta estoy en disposición de ofrecer mis argumentos al respecto del “pin
parental”.
Comenzaré por uno de los puntos más
delicados y que ha suscitado un mayor debate: “Los hijos no pertenecen a los padres” versus “los hijos no pertenecen al Estado”. Estas dos proposiciones expuestas
en negativo son reduccionistas por separado y alimentan un efecto reactancia. Si a alguien que cree tener un derecho (“yo decido cómo educo a mis hijos”) se
le dice que no lo tiene, se produce una reacción emocional que se manifiesta
cuando sentimos que alguien nos está coartando nuestra libertad de expresión o
de conducta y por ello decidimos actuar
en contra de las reglas que nos están imponiendo. Son cuatro los elementos por
los que se produce este efecto de
reactancia: 1. Libertad percibida (“yo
decido como educar”), 2.Amenaza a la libertad (me obligan a actuar en
contra de lo que pienso y siento), 3. Reactancia: reacción emocional ante esta
pérdida, 4. Restablecimiento de la libertad: conductas para proteger la propia
libertad que siento sustraída.
Promover un debate en términos
negativos puede ser perjudicial (por el efecto mencionado) para el desarrollo
del mismo. Los hijos pertenecen tanto al Estado como a los padres. No es negar
derechos y deberes sino otorgarlos a ambas partes.
La familia puede escoger el tipo de
educación que proporcionarán a sus hijos, así lo dice la misma declaración de
Derechos Humanos en su artículo 26.3 “Los
padres tendrán derecho preferente a
escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”. Luego veremos
que entienden los Derechos Humanos por educación
y que pasa si los padres están haciendo
otra cosa distinta a educar, basándonos en los mismos Derechos Humanos.
Y también, el Estado es garante del
bienestar de los hijos, puesto que si una familia es negligente, este puede
retirar la custodia y en determinados casos la propia patria potestad (sabiendo
que se puede restablecer si el padre/madre se ajusta de nuevo a sus deberes)
Uno de los deberes fundamentales que tiene un padre o una madre siguiendo el
art.154 del Código Civil es la de “Velar por ellos, tenerlos en su compañía,
alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral”
Así pues, es reduccionista apelar a
que los hijos no son de los padres tanto como decir que los hijos no son de Estado,
pues ambos comparten obligaciones con respecto a los menores. Tanto el Estado
es garante del bienestar de los hijos como la propia familia. Por cierto, recordemos
que no inscribimos a nuestros hijos en el registro de la propiedad sino en el registro
civil.
Ahora bien ¿qué entienden los
Derechos Humanos por educación? ¿Incluso el Código Civil cuando dice “procurarles
una formación integral”? ¿Si en un hogar se está haciendo otra cosa distinta a
como los Derechos Humanos y el Código Civil entienden la educación, siguen
siendo las familias los garantes de la educación de sus hijos/as?
Según el art. 26.2 La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a la
libertades fundamentales; favorecerá la
comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades
de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
En este sentido una familia educa, siempre
y cuando favorezca el entendimiento de la diversidad, de la tolerancia y
respeto a los demás lejos de xenofobias, racismos, transfobias, homofobias, aporofobias,
discafobia y toda discriminación de cualquier tipo.
Por otro lado, una familia educa
siempre que fomente el pleno desarrollo
de la personalidad humana, lo que en educación denominamos desarrollo integral y que el mismo
Código Civil nos insta a ello. Uno de los elementos básicos de este desarrollo
o formación integral es el pensamiento
crítico que es el azote de cualquier adoctrinamiento. Para educar siguiendo
los Derechos Humanos, hemos de ofrecer todas las posibilidades religiosas,
ideológicas, conceptuales y de valores en su conjunto para que el menor pueda
ir decidiendo su propio camino. Una familia que profesa una religión concreta,
ha de proveer a su hijo tanto de los ideales de esta religión como hacerle
participes de otras tantas, pues este es el camino del pensamiento crítico. Si
una familia no provee de todas estas armas intelectuales a sus hijos, están
faltando a la educación entendida por los Derechos Humanos. Y como no estamos
obligados a entender y saber de todo, es aquí donde la Escuela Pública entra en juego. Porque ¿qué ocurre si una familia
en vez de seguir estas pautas, acaban solo proveyendo de conocimientos
concretos y específicos a sus hijos sin la posibilidad de que estos vean otras
formas de entender la vida? Para ir al
rescate de estos menores está la escuela pública y el Estado aquí es cuando
vela por ellos.
Siguiendo las ideas del filósofo y ensayista Carlos Fernández Liria, la escuela pública tiene confinada,
en sí misma, una maravilla contra el adoctrinamiento, el sistema de oposiciones (sin entrar en los formatos de
exámenes y sus controversias). A la escuela pública se llega por méritos independientemente
de la ideología de cada cual. Y esta es una gran noticia contra el
adoctrinamiento. Como afirma Liria, en una misma escuela podemos encontrar a un profesor de Lengua
de VOX, una profesora de Matemáticas de PODEMOS, un Jefe de estudios que
profesa la religión católica, una profesora de Educación física atea, un
profesor de Valores éticos homosexual
etc, que impregnarán al centro de opiniones, comportamientos y filosofías dispares,
fomentando así una escuela democrática y plural. Esto juega a favor de nuestros
jóvenes pues aprenden a entender y convivir en la diversidad y el respeto,
promoviendo que tengan que reflexionar sobre cuestiones diversas. El clima de
un centro es tanto más democrático y ofrece una visión real de la sociedad,
cuanta más diversidad haya en el mismo.
Las distintas leyes de educación
desde 1970 (LGE 1970, LOGSE 1990, LOCE 2004, LOE 2006, LOMCE 2013) han intentado procurar el desarrollo
integral del ser humano, promoviendo los llamados temas transversales (ahora
elementos transversales). En ellos se trabajan temas tan variados como la
educación vial, la educación para el consumo responsable, la educación para la
salud, la educación en igualdad y la educación sexual entre otras. Todas las
leyes, ya sean establecidas por PSOE o por PP, han tenido en cuenta este
desarrollo integral. Por lo que es un imperativo legal hasta la fecha, el
llevar a cabo actividades en los centros que fomenten el pleno desarrollo de la
personalidad y no la mera instrucción (solo conocimientos científicos). Y esto
además se entiende como un principio de calidad de la educación.
Por otro lado, la escuela pública está diseñada para que
cualquier tema que entre en un aula haya pasado antes por los filtros
democráticos del centro. Si un Orientador/a quiere que en 4ºESO se den
actividades y charlas sobre educación sexual, este no lo lleva a cabo por su
cuenta y riesgo, tiene que pasar por una serie de filtros. No es factible que
las ideas que se le ocurren a un miembro determinado de un centro educativo se
lleven a cabo por las buenas.
Los pasos podemos resumirlos en
estos. Un orientador/a propone charlas de educación sexual para 4ºESO, está
propuesta está dentro del Plan de Acción
Tutorial- PAT (documento donde se establecen qué actividades se van a
llevar a cabo en el currículo y en la hora de tutoría, en cada uno de los
grupos-clase, en los que un tutor concreto se responsabiliza de un grupo
particular, por ejemplo Juan tutor de 4ºA). La propuesta se hace a la CCP
(Comisión de Coordinación Pedagógica, cuyos miembros son el Director, Jefe de
estudios, los jefes de departamento de cada área/materia y el Jefe de
departamento de orientación). En esta reunión se debate y se llevan a cabo las
directrices pertinentes sobre el PAT y en este caso sobre dichas charlas. Una
vez que se han hecho las modificaciones pertinentes que se han acordado en las
reuniones de la CCP, el PAT (que lleva entre otras cuestiones las charlas de
educación sexual) se muestra al Claustro de profesores para que den su visto
bueno (el Claustro se compone del director y de la totalidad de profesores del
centro). Cuando todos están conformes,
el PAT se aprueba y forma parte del Proyecto
educativo del centro (PEC). El PEC es el documento oficial del centro donde
aparecen las señas de identidad de este, su filosofía, los recursos, los objetivos
que se proponen cumplir, etc. Por otro lado el Consejo escolar también establece las directrices para la
elaboración del PEC, por lo que este es otro filtro para que todo lo que se
trabaja en una escuela haya sido aprobado/revisado antes por todos los agentes
de la comunidad educativa (el consejo escolar lo forman: el Director, Jefe de
estudios, cinco maestros elegidos por el claustro, tres representantes de los
padres de alumnos, un representante del PAS, un representante del Ayuntamiento,
el Secretario del centro) Todo estos datos aparecen en el Real Decreto 82/1996 de 26 de enero, por el que se aprueba el
Reglamento Orgánico de las Escuelas de Educación Infantil y de los Colegios de
Educación Primaria. Para Secundaria tenemos el Real Decreto 83/1996 de la misma
fecha.
Como podemos observar, para que en
un centro educativo se dé una charla de educación sexual, antes ha tenido que
ser revisado por todos y cada uno de los integrantes mencionados. Esto quedará expuesto
en el Proyecto Educativo (PEC) del centro en cuestión. Este documento es
público y suele estar colgado en la página web del centro educativo, cualquier
padre o madre puede solicitarlo.
Por todo ello, cuando un padre se
niega a que su hijo reciba una charla en la escuela donde se encuentra este, está siendo incoherente con el mismo PEC y con lo acordado democráticamente
por todos los miembros. Una familia antes de inscribir a su hijo en un colegio
debería echarle un ojo a este documento para luego no encontrase sorpresas.
Así pues, el “pin parental” es una forma de menoscabar la profesionalidad del
profesorado y de los filtros democráticos que ya tiene previsto cada uno de los
centros educativos.
Las Leyes de educación (todas las
promulgadas desde 1970) nos instan a fomentar el desarrollo integral. El
profesorado cumple esta labor; la educación va más allá de la Instrucción o eso
es lo que hasta ahora habíamos acordado democráticamente. Quizás el debate sea Instrucción o Educación en las aulas. Pero
mientras sea el desarrollo integral de la personalidad el objetivo fundamental
de la educación y lo que en democracia hemos aceptado (amparados por los Derechos
Humanos y Civiles) el profesorado tiene la OBLIGACIÓN
de seguir fomentando actividades y charlas de educación en igualdad,
sexualidad, salud, tecnologías, drogodependencia, etc. para TODO el alumnado sin que medie ningún “pin
parental” al respecto.
Con respecto a esto de las actividades en educación sexual y
en igualdad, no es una locura trasnochada que se le ha ocurrido a nuestro
Gobierno en particular. Es una petición de la ONU y la OMS para todos los países.
Podemos encontrar en el documento que la OMS ha elaborado “Estándares de Educación Sexual para Europa” el modelo de educación
sexual integral, las consideraciones y principios al respecto. Pueden hallarlo
en el siguiente enlace: Enlace de la OMS
Recordemos que en países como
Alemania, negar la posibilidad de los hijos a participar en charlas de
educación sexual puede estar penado hasta con cárcel: Aquí el enlace de la noticia
Por lo que no se trata de preservar
o introducir una identidad ideológica, puesto que países de corte más liberal
tanto como socialdemócratas, entienden la educación sexual como un derecho e
incluso una obligación para con sus ciudadanos. Va más allá de una perspectiva ideológica
concreta y se asume como para todos los seres humanos.
Si solo aprendemos lo que nos
ofrecen en un lugar determinado, si nos apartamos de otras posibilidades,
caeremos en pensamientos simples, reduccionistas y parciales de la realidad. El
fanatismo se cura con pensamiento crítico. El Estado ha de velar por una
educación pública que ofrezca distintas oportunidades y formas de entender la
sociedad. Unas veces se acercarán más a lo que sentimos y creemos y otras darán
una visión opuesta, lo cual nos ayuda a entender mejor qué es el ser humano.
En lo que respecta a la educación
sexual, si las familias conocieran en qué consiste la educación sexual
integral, posiblemente ciertos miedos por desconocimiento se rebajarían y la
angustia, de algunas familias, se disiparía. Hemos de ser transparentes con
respecto a la temática de las charlas de educación sexual y resolver las dudas
que puedan tener las familias al respecto. Son nuestros aliados, no nuestros
enemigos. Familia y escuela son aliados en la educación de los niños/as y hemos
de trabaja de forma conjunta, complementándonos para alcanzar el objetivo de
este desarrollo integral.
Por último, podemos reivindicar que las personas externas
al centro educativo que den charlas sobre materias concretas sean expertas en
la temática. Para la educación sexual sería recomendable que estas charlas
(en lo que respecta a las impartidas por personal externo al centro) las ofrecieran
personas expertas en Sexología (Máster en esta materia) y tituladas en Ciencias
de la Educación y/o de la Salud (Medicina, Enfermería, Psicología, Pedagogía,
Psicopedagogía y otras carreras afines). Los centros educativos tienen que
asegurarse de cuál es el perfil profesional que acude a sus aulas a impartir
talleres, pero para ello no hace falta la construcción de un “pin parental”,
pues con los filtros ya comentados, que se utilizan en los centros educativos,
es más que suficiente.
2 comentarios:
Me parece una explicación perfectamente argumentada.Ocurre que no hay peor consejero que el que se aprovecha de la desinformación o del poco conocimiento que las familias suelen tener del funcionamiento de los centros, entre otras cosas por co fían en que cumplen con la Ley y velan por la educación de sus hijos.
Pero cuando, como a Eva, la serpiente le ofrece la manzana... es posible que dude, y a partir de ahí, actualmente con el peso que tienen las redes sociales las mentiras (fake news) repetidas terminan convirtiéndose en verdad, y en la medida que se extienden la maraña se va haciendo más compleja. En este caso, el interés inicial según mi opinión parte de que en Murcia el PP necesitaba los 4 votos de Vox para gobernar y éste actuó de "pinza" y chantajeó con no apoyar.
El PP, en 2014 en el Decreto 198/2014 de desarrollo del currículo de Primaria ratifica el currículo estatal básico y desarrolla algo más para Murcia, manteniendo la educación en valores maduante contenidos para abordar de manera transparente ersal. Además en el art. 25 contempla todo el proceso de elaboración de la PGA y de aprobación de la misma por el Consejo escolar, así como prescribe la obligatoriedad de las actividades complementarias y su componente evaluador.
Es meridianamente claro que el PP que legisla el currículo de Murcia, cuando por "chantaje" de Vox dice que se puede objetar contra lo que ellos mismos han establecido....pues "blanco y en botella.
Igualmente Ciudadanos ha actuado en vaivén, de tal modo que desde estar en contra inicialmente, votaron los presupuestos aceptando la condición del Pin,y al día siguiente desargumentan lo argumentado...
No hay otra intención en el caso de Murcia que aprovechar el efecto "pinza" para implantar el Pin de Vox que ya incluían en su programa
No podría estar más de acuerdo con vuestros argumentos. Una educación en valores, es aquella educación que trata la diversidad, la igualdad, el respeto, la democracia, entre muchas otras temáticas a tener en cuenta. Y por supuesto, la educación sexual es uno de los pilares fundamentales en la educación integral de nuestros/as hijos/as. No podemos permitir la censura en educación que se está llevando a cabo desde hace ya un tiempo en la Región de Murcia. El "pin parental" se ha hecho mediático en estos días a nivel nacional y por supuesto que no debemos permitir como padres y madres que el profesorado se tenga que someter a una INSTRUCCIÓN, donde se cuestione su labor profesional dentro de un centro público. O es que a un profesor de matemáticas, los padres y madres de sus alumnos/as, le tienen que dar el visto bueno para dar integrales en 4º E.S.O. Me parece una falta de información y conocimientos en la materia grandísima, en cuanto a educación sexual y nuestras leyes de educación (no es que yo sea un experto en leyes de educación, pero para eso están los orientadores/as que las estudian a fondo, al igual que el resto de profesorado en su dura oposición). Lo que sí me parece ético, como muy bien argumentado está en este blog, es que tenemos que fomentar los derechos humanos y derechos sexuales y ésta es la filosofía de la personas que trabajamos por una educación sexual integral. Ánimo compañeros/as.
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