martes, 28 de septiembre de 2010

Motivos desaparecidos

Un chasquido en su estomago le recordó que hacía una semana que no comía o por lo menos no comía lo suficiente como para mantener en pie esos doscientos kilos de recuerdos atrasados y melancólicas ofensas que decidió borrar para no tener que pedirle al cartero que dejara alguna carta para él, cuando en su buzón solo se recibía polvo sin sello. ¿Y quien quiere cartas ahora teniendo las nuevas tecnologías puntas y metaultrarapidoelocuentes? Por ese motivo se metió en internet para pinchar en su recuerdo y por causas de la logística moderna en ese lugar encontró su nombre, se quedó unos minutos mirando la pantalla mientras el aroma del pasado le devolvía un guantazo de rechazo e indiferencia que le sonaba a horas consumiendo whisky barato en el bar de su amigo el barman embriagador, después de seguir observando la pantalla, decidió levantarse para comer algo dejando allí paralizado el nombre acusador. No comió, solo se entretuvo con sus pensamientos en otro desván de su hogareña pocilga rustica para no tener que pinchar en el nombre que le llevaría del pasado al presente en lo que los megas del ADSL pagados le condujera, lento por cierto ya que no tenía mucho dinero para pagar más allá de lo mínimo, lo justo para que aquello que recibía aun se pudiera llamar internet por cable de banda estrecha.
Por fin pincho en ese nombre, espero, miró por la ventana, espero, se secó el sudor, volvió a pinchar porque parecía no responder a la demanda y por fin apareció una foto y una indicación al pie: “desaparecida desde Septiembre de 2008”.
No se sorprendió de la indicación pero si de lo que sintió al leerlo, escalofrío seco, paralizante, mayúsculo, frenético, acusador e incluso sadomasoquista, pues quiso comprobarse a sí mismo hasta que punto había olvidado y por supuesto no había olvidado nada, ni su olor cuando salía de la ducha, ni su olor cuando volvía del trabajo, ni su olor en la cama, ni su olor el último día que se despidió de ella.
Mira sus propias manos y ve pasar el tiempo, mira su reflejo en la pantalla negra del ordenador y no sabe lo que ve, a quien ve y delante de quien está, solo sabe que ella sigue desaparecida desde 2008, y el motivo ¿también lo sabe?....

martes, 23 de marzo de 2010

A causa de la soledad

Introdujo sus manos dentro de su cerebro pues quería comprobar que seguía vivo, pero no halló respuesta. No son tangibles los pensamientos intuyó, pero si los pensaba, ¿por qué no se convertían en hielo o en aluminio?, ¿a dónde van a parar los pensamientos de odio o de amor o los pensamientos de los mismos pensamientos?, se pregunto en ese momento si aquello era filosofía de las de bar, de las de acalorados encuentros con uno mismo a causa de la embriaguez, de aquellos pensamientos de los que uno se avergüenza al día siguiente, pero seguía sin respuesta. Y ella estaba allí mirándole atónita, desconcertada con la botella en la mano. No va contigo encanto solo piensa en él, percibí yo mientras les miraba. Si es que uno se vende al alcohol tan fácilmente que pierde la perspectiva de donde se encuentra, yo al menos bebo solo y no tengo que dar explicaciones. No había que darlas o por lo menos a ella, pues le miraba bebiendo y sabia que su atractivo se diluía a cada trago que daba, ese tipo no es para ti Yolanda. Salió del bar cuando le vio gotear de su barba la espuma sobrante de su cerveza. Hiciste bien encanto ese tipo no te conviene, es mejor beber sola o largarse furtivamente antes que ver semejante espectáculo.
En un mismo bar se entremezclan pensamientos y esperanzas, el chico solitario quería conocerla pero ella estaba con un tipo de barbas muy ebrio y al final ninguno de los dos se llevó el botín. Yolanda se marcho, el tipo de barbas seguía ebrio, con ojos rojizos y cavilando sin razonamiento, mientras que el solitario bebía para olvidar que tuvo que matarla para que no le arruinara la vida.
Si Yolanda hubiera cambiado de banco y se hubiera acercado al chico solitario hoy estaría muerta, desangrada, con muñones por brazos y con la lengua partida en dos en un plato de comida rápida del restaurante del tipo solitario, pero decidió irse sin más. Si se hubiera quedado con el barbas ahora estaría paralitica de cintura para abajo por un accidente con la moto que la hubiera llevado de vuelta a casa. Pero decidió marcharse y al hacerlo tiró mi copa y no tuvo más remedio que invitarme a una nueva. Que ojos más tristes los de Yolanda, pedían a gritos comprensión y compañía, un abrazo y no dar explicaciones, te vendes muy rápida Yolanda a pesar de ser tan guapa, eso no te va a llevar a buen puerto. La acompañé hasta su casa y me dijo que le quedaba un culo de vodka en casa y que sería buena idea fulminarlo con dos chupitos, me miró suplicando, como el perro sin dueño que llora desconsolado, como el bebé que pide a gritos un poco de estimulación, como la mujer que necesita dormir acompañada aunque eso conlleve a tener sexo con un extraño, y yo odiaba la compasión.
Mientras escuchaba sus últimas palabras sobre subir a su casa imaginé mil formas de matarla.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.