martes, 16 de febrero de 2021

El sexo que nos mató. Sexualidad a cambio de nuestra mortalidad.

El ser humano es un ser finito. Se nos dice desde los comienzos de nuestra vida escolar, que los humanos, como seres vivos que somos: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Nos reproducimos y morimos. Nos angustia la muerte y la sobrellevamos con la fusión con el otro, con la sexualidad.


Hace miles de años, a ciertas células, se les ocurrió la maravillosa idea de unirse para  adaptarse eficazmente a los entornos y mantener una vida en común, con el objetivo final de la supervivencia. En ese momento dejamos de ser asexuales e inmortales. Superamos el mundo de la clonación y la inmortalidad y elegimos mantener relaciones eróticas, para incrementar nuestra complejidad y sofisticación como especie. Cada uno de nosotros se convirtió en un ser único, irremplazable pero mortal. El sexo nos ha vuelto mortales. Morimos porque un día decidimos mudarnos a seres que se reproducirían por meiosis, abandonando la clonación, necesitando gametos masculinos y femeninos para crear un ser nuevo, único pero igual de mortal.

La clonación era la que nos hubiera  otorgado el estatus de inmortales. Un ser que se clona a sí mismo sobrevive indefinidamente, se crea  de nuevo, es autosuficiente, arcaico e inmortal. Sin embargo pagará el peso de la simpleza. Nosotros somos sexuados y complejos y la dote que pagamos a cambio es nacer aprendiendo a aceptar que vamos a morir. Un aprendizaje que se hace más dulce, gracias a que podemos fusionarnos con otros seres en sesiones de erotismo y “pequeñas muertes”.

Por lo que, desde el inicio de nuestra existencia, la sexualidad y la muerte han ido de la mano. No en vano, en Francia, al orgasmo de la mujer y de algunos hombres se le conoce como la “petite mort”, pequeña muerte. Esta sucede cuando justo en el orgasmo y segundos después, uno siente una pérdida de conciencia y queda totalmente extasiado, una primorosa inexistencia efímera, donde parece costar volver al cuerpo. En este estado, al que no todos pueden llegar y que se identifica más con el sexo femenino, parece que sexo y muerte se entrelazan, se rozan y se sienten como uno. Morimos un poco en cada orgasmo. El orgasmo nos acerca, por unos instantes, a la visualización inexorable de nuestro futuro inconsciente.

La fusión con el otro nos devuelve las ganas de vivir, de estar despiertos, de sentir plenamente, podemos huir por momentos de la carrera hacia el fin. La fusión sexual nos da vida, nos hace olvidar que somos finitos. El amor y el erotismo son nuestras armas contra la mortalidad, funcionando como una pastilla placebo que provoca el olvido momentáneo de quiénes somos y de cuánto podemos llegar a durar conscientes en este mundo.

No obstante, puede que donde más ganas de vivir se experimente, sea en los lugares donde la muerte está más cercana o presente, en los tanatorios. La visión de una muerte real, nos conduce a querer seguir viviendo y será a través de la sexualidad donde deseemos experimentar que aun estamos vivos, que aun nos emocionamos.  Al salir de un tanatorio, sentimos la imperiosa necesidad de festejar la vida y lo manifestamos al llegar a casa y fusionarnos eróticamente con el otro.

El ser humano muere una vez pero vive cada vez que siente la fusión y el erotismo con el otro. 

miércoles, 10 de febrero de 2021

Don Juan y Casanova. Dos maneras opuestas de seducir.

Si tuviéramos que nombrar dos personajes que encarnan, por excelencia, el arte de la seducción, saldrían de nuestros labios los nombres de Don Juan, mito literario y de Giacomo Casanova, conquistador veneciano del siglo XVIII. Ambos conquistadores, pero con grandes diferencias personales, que nos desvelan los por qué, de esta necesidad de seducción y galantería.


La figura del Don Juan fue creada por Tirso de Molina  y recreada, más tarde, por José Zorrilla en el siglo XIX en su Don Juan Tenorio. Mucho se ha hablado de la personalidad de este mito literario. Un seductor insaciable, que con dinero y contactos, puede conquistar a cualquier dama que se le ponga por delante. ¿Pero que encierra la personalidad de este Don Juan conquistador?

 Desde un punto de vista psicológico, podemos encontrar un Don Juan que nunca está satisfecho, que detrás de su bravuconería, alegría y altanería, esconde una mirada triste, un vacío existencial que lo devora. No sabe amar. La vida trágica de este personaje, es la necesidad de redención a través del amor, un amor que nunca llega, pues está impedido para esta labor. La  necesidad de conquista continua, le lleva a la soledad, al vacío, no es nadie si no conquista y no es nadie cuando conquista. Subyace en él, una misoginia ardiente. Cree entender a las mujeres, pero no entiende al amor. Se enfada, siente rabia, no logra una estabilidad y odia. Conquista mujeres para abandonarlas, para provocarles, la misma tristeza que siente él, el mismo vacío interior. Menosprecia al sexo opuesto, lo infravalora, son objetos a los que amar y no sujetos. Así, el amor es imposible, pues parte de una premisa errónea: los hombres son superiores a las mujeres. Una asimetría fatal, que conlleva a su enorme insatisfacción. No podemos amar a lo que consideramos inferior a nosotros, solo podemos compadecernos, sentir lástima y ser condescendientes. Don Juan es víctima de sí mismo.

Para otros autores, imbuidos por las teorías freudianas, consideran que Don Juan posee una homosexualidad latente. Busca acallar esta homosexualidad exacerbando la necesidad de conquista, la cual le lleva a un vacío interno, puesto que continuamente se traiciona así mismo. No es lo que quiere, pues no es lo que realmente siente. En este caso, la imagen de Don Juan, prototípica de macho varonil se disipa, dando paso a un Don Juan, barbilampiño, de gestos más gráciles. Donde el “pelo en el pecho” deja paso a una juvenil androginia neutral.

Según Justo Fernández López, para Gregorio Marañón, Don Juan era un hombre incapaz de establecer relaciones interpersonales, que huía de cualquier compromiso o ligazón, lo que algunos psicólogos catalogarían  como “compromisofóbico” o filofóbico. Marañón clasifica, también a Don Juan como un bisexual u homosexual latente.

Lo que nos queda claro, es que la forma de relacionarse de este personaje, es tóxica, tanto para las damas a las que conquista, como para sí mismo. La tristeza rodea el mundo interno y externo de Don Juan. Desde la ciencia, este comportamiento, puede ser visto, como un miedo profundo al compromiso, atrapado en una misoginia que no le permite valorar al sexo opuesto desde la igualdad, desde el respeto. La seducción se torna, en este caso, como un arma para hacer daño, una perversión emocionalmente suicida, donde nadie sale ganando.

Por su lado, Giacomo Girolamo Casanova, era otro seductor, en este caso, real, con una personalidad diferente. Escribió, entre otras obras: “Hstorie de ma vie”, donde relata sus experiencia amorosas con 122 mujeres. Dos hombres, dedicados a la seducción pero con grandes diferencias de raíz.

¿Cuáles son estas diferencias notorias entre Don Juan y Casanova?  Si para Don Juan, lo importante era la conquista amorosa, en la que la dama se sentía irremediablemente atraída y enamorada, donde la sexualidad, jugaba un papel secundario, o incluso innecesario, en Casanova, la sensualidad y la sexualidad, era uno de los objetivos buscados. Las mujeres, al ver a Giacomo, sabían qué era lo que este podía aportarles a sus vidas, sin engaños, desde la honestidad. Sensualidad, juego, placer, intriga, Casanova era más un niño grande, en el que el mundo era su mesa de juego, donde investigar, donde correr aventuras, sin la necesidad del engaño, ni el uso de una seducción traicionera.

Casanova si respeta al sexo opuesto, no miente, seduce desde la honestidad, desea vivir experiencias eróticas. No hay un doble juego. Sí para Don Juan, cualquier fémina era válida para ser conquistada, para Casanova cada mujer era distinta, de las que podía o no enamorarse. No eran objetos, sino sujetos a los que amar.

Don Juan, buscaba la redención en el amor. Casanova, disfrutaba de la erótica. Don Juan, no desea sexo, esto le es superfluo, puesto que el objetivo central era, poder al fin, amar a una mujer. En Casanova, la sexualidad es vivida de modo placentero, como un objetivo en sí mismo, sin ambages ni ambigüedades.

En el día a día, podemos encontrarnos muchos Don Juanes, preocupados por la seducción, desde la visión del otro como objeto y no como sujeto. Desde una mirada toxica. Pero también podemos cruzarnos con “Casanovas”, personas juguetonas, honestas, que desean vivir aventuras desde la sinceridad. Aman de verdad cuando surge el amor y viven una sexualidad placentera y abierta. Ciertamente, por nuestra salud emocional, será preferible cruzarse con más “Casanovas” que con Don Juanes. 

martes, 2 de febrero de 2021

Andorra, Youtubers y la Verdad, la Libertad, la Justicia y la Belleza

Analicemos la actual polémica de los Youtubers que se mudan a Andorra por el tema de los impuestos. Pero lo haremos desde la perspectiva de la Verdad, la Libertad, la Justicia y la Belleza, con mayúsculas.



Desde el ángulo de la Verdad, nos basaremos en la argumentación razonada. ¿Es una argumentación razonada el hecho de que un Youtuber exponga que se marcha de España porque paga más impuestos que en Andorra? Nada nos puede hacer pensar que esta no es una argumentación racional, no falta a la verdad, es un hecho e incluso una obviedad. Nada hay que reprochar desde esta visión.

Desde la vertiente de la Libertad, entendida como la capacidad de tomar decisiones autónomas, sin estar alienado o coaccionado. Desde este prisma, cada uno es libre de elegir un destino en el que vivir, trabajar y establecerse. Nada hay que recriminar desde este enfoque.

Desde el ángulo de la Justicia, entendida como el respeto al cumplimiento de la ley. Desde este prisma, siempre y cuando se cumplan las condiciones legales, no se produzca fraude de ley y se tengan en cuenta las premisas que Hacienda y los países pongan como necesarias para que todo se haga de forma legal, nada hay que reprobar. La pregunta de si es justo o no que una persona que nace y ha vivido en España,  obtenga ingresos elevados y prefiera irse a otro país porque allí paga menos impuestos, lo vamos a debatir desde el siguiente punto de vista. Pues concebimos ahí justicia como moral o ético (una ética estética, por así decirlo) y la moral puede encuadrarse desde el ángulo de lo bello como justo.

Desde el prisma de la Belleza, entendida desde dos ángulos: el de la belleza como fraternidad y el procomún y desde el ángulo de la estética (juicio estético). Aquí la situación  parece tornarse distinta.

Usando el enfoque de la belleza entendida como estética o juicio de la estética, podemos juzgar los actos como atractivos o armónico o disarmónico, estéticamente hablando (una estética que conlleva una ética. No es estético porque nos invade un sentimiento de "no ético" ). Salir de tu país para pagar menos impuestos, sabiendo cual es la función de estos para la sociedad, puede atribuirse este comportamiento como poco estético, poco atractivo y armónico por insolidario e individualista. Este sería el enfoque más superficial de la Belleza, su lado estético o políticamente correcto por lo que se le pueden hacer objeciones. Podemos vislumbrar que uno no tiene que actuar pensando si será políticamente correcto o no (esa “supuesta” visión ética), pues puede tacharse hasta de argumento populista. Se podrán aceptar estas objeciones, aunque la sensación de fealdad y actitud poco ética/estética aún seguirá presente.

La Belleza entendida como fraternidad y procomún. La Belleza provoca un sentimiento de unión con los demás, pues nos descubrimos iguales cuando observamos universalmente algo bello. Y no hablamos de ese parecer propio sino del sentido de Belleza que todos apreciamos ante una puesta de sol, un monumento, o cualquier otro símbolo que, aunque uno muera (yo muera), el resto del mundo seguirá observándolo como bello. Yo moriré con mi percepción propia, pero al morir, la belleza de ese símbolo seguirá intacta pues el resto de personas seguirán viendo Belleza. Y esa Belleza nos hace concebirnos como fraternales, todos vemos lo mismo y sentimos lo mismo, vamos en la misma dirección. Comprendemos, cuando apreciamos lo bello de forma compartida, que la vida debe entenderse como hermandad, la belleza nos une. Y estamos unidos por un procomún. El provecho común de todo lo que tiene de aprovechable (sin un sentido neoliberal de mercancía que hay que consumir) y disfrutable la cultura y la naturaleza. Es todo aquello que heredamos, que disfrutamos y que en un momento dado esperamos legar. La sanidad pública, la educación pública, son dos de esos bienes que se han de mantener, disfrutar y legar. Los impuestos sirven para mantener este legado. Son un tributo para mantener este procomún. Es lo opuesto al individualismo, del sálvese quien pueda, del yo primero. Sin fraternidad, toda ciudadanía queda coja, pues el sentido de Libertad, Verdad y Justicia, quiebra. De nada sirve una Justicia sin Belleza, sin Fraternidad. Legislamos para proteger al prójimo. De nada sirve la Libertad sin Fraternidad, sin Belleza. Somos libres para disfrutar con los demás de este hecho, sin los demás no puedo ser libre. De nada sirve la búsqueda de la Verdad sino es en y para con los demás.

Por todo ello, desde la visión de la Belleza entendida como fraternidad y procomún, es reprochable la conducta de mudarse a otro país con el objetivo de pagar menos impuestos. La acción de cada persona repercute en los demás. Es ingenuo pensar que nuestros actos no causan ningún impacto en los otros y menos en un mundo tan interconectado. Mudarse para pagar menos impuestos significa asestar un golpe a la Fraternidad, al procomún, a la Belleza. Y como hemos dicho, sin Belleza, sin Fraternidad,  empobrecemos la Libertad, la Justicia y la Verdad. La humanidad deja de ser tan libre, tan justa y tan verdadera.

Que te vayas a Andorra significa que dejas a un lado lo bello, lo fraternal, que poco te importa la Verdad, la Justicia y la Libertad aunque estés apelando a ellas para justificarte. Dices la verdad (“pago menos impuestos ahí fuera”), te amparas en lo legal de tus actos (“no hago nada ilegal”) y apelas a tu libertad (“soy libre de ir a donde quiera”) pero al mismo tiempo fallas a todas esas premisas pues arruinas tus actos. Dejando de ser fraternal, te alejas de lo Bello, rompes la misma baraja que dices estar defendiendo. Nos disparas en el pie y con ello te disparas en el pie. La pena es que aún no ves que la sangre ya ha empezado a llegar al rio. Pregúntate, ¿estoy siendo Fraternal con este acto? Si eres honesto, tu respuesta es la misma que la mía. Pregúntate ¿te importan algo los demás, el procomún? Buen viaje. 

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.