jueves, 25 de mayo de 2023

Pronto se te olvida

Imagen de Engin Akyurt en Pixabay

Pronto se te olvida y caes en la desesperación. Un beso es un segundo que no eres capaz de retener. No es solo un beso, es la química brotando suave pero intensa, mordida pero acariciada.

Pronto se te olvida que un sillón lo puede todo, que estar desnudos y apretados sin movernos nos eleva, nos hace viajar y olvidamos que tenemos cuerpo, somos solo pureza. Pronto se te olvidan las palabras de Asaf, los ritmos de tu cuerpo, tus jadeos. Pronto se te olvida que esto no es fácil de conseguir, que tú no regalas tu cuerpo, que yo no me vendo.

Pronto se te olvida que por las mañanas canturreas porque por fin el monstruo se ha ido, que eres capaz de reír como si acabaras de encontrarte. Pronto se te olvidan las velas y las mariposas. La filosofía se te queda pequeña. No recuerdas que una mirada es capaz de provocarte un orgasmo.

Pronto se te olvida, que esto no solo va de sexo, que va de universos, de escaladas, de que tu niña interior no boicotee lo que te hace bien. Que confundes los “me gustas”, con los “te quiero” y los “te amo”, que tu no usas palabras, solo te vale lo sentido. Que me confundes cuando te ríes triste o cuando lloras y asoma una sonrisa. Que me acelero y me pides un minuto para reflexionar, que quieres huir pero me abrazas más fuerte y necesitas dormir tocando alguna parte de mi cuerpo.

Se te olvida, que te quedas mirando el móvil por si te hablo pero no quieres depender de nadie. Que se te da mal bailar con la ansiedad que produce enamorase de alguien. Pronto se te olvida quererme y que necesitas recordar mi nombre en un post-it a pesar de que explotas por dentro por necesidad de fusionarnos.

Pronto se te olvida que tanta montaña rusa puede acabar en divorcio, que solo necesitas calma pero en la calma te aburres. Que siempre llevas fuego por si se apaga el incendio, que quieres sofocarlo con agua pero lo único que viertes es gasolina.

Pronto se te olvida que ya no le quieres pero te pierde tu necesidad de rutina. Lo nuevo te abruma pero te atrae, lo viejo te espanta pero te relaja. Confundes amistad envuelta en piedad y rechazas los viajes intensos que te da la dopamina cuando me miras. Le besas a él pero soy yo al que encuentras.

Yo sigo con una sonrisa que se quiebra a veces y que me da miedo perder. Que me hace escribir esto. Tú sigues con tus olvidos de todo lo bello que hablamos y que se lo lleva una nueva emoción que sientes y no puedes controlar. Por la mañana me piensas, por las tardes me sientes y por las noches quieres olvidarme, en un viaje de Sísifo que nos desgasta pero que engancha.

Cuando estamos juntos somos lo bonito. Intuyes que seriamos buenos amantes, juguetones, habladores, sentidos, orgásmicos, disfrutones, viajeros, probadores de comidas, aventureros, lectores, filósofos, abrazables, besucones, eróticos, comunicadores, respetuosos, cuidadores, amantes de la naturaleza, paseantes, especiales. Quieres olvidar todo esto, pero aun hoy, una parte de ti lo recuerda y es lo que te mantiene con miedo pero con algo de fe. Pronto se te olvidan muchas cosas pero ya no podrás olvidar que nos conocimos. 

jueves, 4 de mayo de 2023

Velero o lancha

Imagen de Anja en Pixabay


Yo en una silla y tú besando para saber si estás allí con ese cuerpo o aquí conmigo en la distancia.

Yo en una habitación oscura abrazando lo inexistente y tú también a oscuras pero abrazando a un cuerpo para saber si te estremece o añoras la sombra del que no está.

Yo mirando el móvil para saber si sigues ahí y tú pensando si es mejor seguir abrazada a lo que te produce seguridad  o mirando un móvil para saber si la incertidumbre lo es menos. 

Yo manchándome de vino y tú manchándote con la lubricación que producen dos cuerpos desnudos.

Yo esperando y tú pensando si huyes en velero o en lancha.

Yo teniendo fe en Dios y tú creyendo en la insustancialidad de la vida

Yo tan transcendental y tú tan inmanente.

Ya estás en línea; seguimos despiertos.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.