lunes, 30 de marzo de 2009

Se libre junto a ella

Sonríes pero al mismo tiempo sientes el miedo del abismo, del no saber para qué, ni cómo, ni por qué, del no saber simplemente, no sabes bien si te queda el suficiente valor en el bolsillo como para jugártela a una carta y por eso te reservas el comodín de la indiferencia por si las cosas se te tuercen. Se valiente, solo perderás un trozo más de ese desgastado corazón, una yaga más que importa, en verdad sabes que si que importa porque una herida quizás no te mate pero veinte pueden acabar contigo. Y estas arto de derrotas pero la miras y sabes que quieres jugar aunque ella lleve una metralleta y tú una pistola de agua. No deberías ver el amor como una guerra, ni como un juego, simplemente como algo grande que ilumina aunque a veces se apague o se atenué, algo que te hace mostrar los dientes, no para morder sino para sonreír, algo por lo que despertar mañana. Ella aunque tú no lo creas tiene el mismo temor a ser herida, la misma incertidumbre de lo que puede o no pasar, pese a su libertad esta cautiva por la duda, la diferencia es que ella lo lleva mejor que tú la mayoría del tiempo, pero has de saber que el fuego quema a todos por igual, sin embargo unos llevan mejor el dolor que otros.
Mírala mañana y no la temas, sonríele y déjate llevar por su brisa, las cosas saldrán bien pase lo que pase, porque ocurra lo que ocurra una vez a ella se le escapó un beso en tu dirección y tu lo recibiste con una amplia sonrisa, los dos habéis ganado al destino, ambos tenéis la fuerza para haceros el bien y protegeros de lo que no ofrece bondad.
Sal mañana a la calle en su busca y bésala de nuevo y a ambos os coronaran con la bendición de lo que sin saber si es correcto o no, es lo acertado para ese momento. Se libre junto a ella.

1 comentario:

Elena-na dijo...

haces bien lanzándote a la piscina aunq el agua esté helada, congelada... :)

un besuno

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.