miércoles, 13 de mayo de 2009

Con una palomita desnuda dentro de mi boca

Con una palomita desnuda dentro de mi boca intenté besarte, pero aquellos besos no sonaban reales del todo, supongo que por mi lengua partida se esfumaba la realidad y la sencilla verdad que soltaban mis labios, para tragar la amarga sensación de que miento un poco cuando te beso. No son besos falsos del todo pero sí que esconden otras realidades camufladas en bacterias inocuas pero dañinas al esmalte de tus dientes, aunque eso no lo quieres saber por ello callo y otorgo al silencio el valor que le corresponde. Mañana conversaré con tu espíritu que parece el único que me escucha de manera autentica porque tu aun no te das cuenta de nada pero él si se ha percatado de que mi cuerpo fluye por ríos distintos y sinuosos. Sé que no puedo dejarte en la orilla aun, ya que sigues indefensa y tus incisivos no dañarían ni a una hoja tierna del árbol más frágil del bosque más sensible aunque tú te creas la tigresa más agresiva de la selva más peligrosa, porque estas débil y se te nota en los ojos que buscas consuelo en los brazos ajenos del que crees que puede darte amor, por eso aun no puedo dejarte sola, necesito que cojas fuerzas para que vuelvas a ser tu misma y no precises de nadie para saltar hasta el siguiente escalón de la vida. Ya no quiero que te desnudes para mi, solo que me abraces hasta que se te recargue el alma con nueva sabia y puedas caminar firme hasta el siguiente rio que no contenga mi olor.

1 comentario:

Eco dijo...

Digan lo que digan, yo creo que es bonito que antepongas un poco las necesidades de otra persona a las tuyas. Pero poco, no hay que pasarse, que esta vida es corta y cada uno tiene que vivirla a su manera.

Y aun así, es más fácil decirlo que hacerlo.

Cuidado con la piedad, cuando entras en su espiral es muy difícil salir de ahí.

Un beso.

PD: a veces tus ojos me dan miedo. Tenía que decirlo.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.