jueves, 6 de junio de 2013

¿Cómo afecta el consumo de alcohol a las relaciones sexuales y de pareja? Alcohol, sexo y pareja.

El alcohol es uno de los desinhibidores más usuales que utilizamos en sociedades como la nuestra. Sirve como lubricante social ya que nos permite desconectar el control de impulsos, promoviendo una socialización sin trabas y sin preocupaciones, puesto que la capacidad de raciocinio como de autocontrol se inhiben. Pero el consumo prolongado de alcohol puede afectar a nuestra sexualidad y a nuestras relaciones con los demás, incluyendo la pareja.

Según un estudio publicado en “Alcoholism: Clinical & Experimental Research[1], indican que un consumo moderado de alcohol puede aumentar hasta cuatro veces los niveles de testosterona, lo que provoca que nos pongamos tanto agresivos como que aumente nuestro deseo sexual.

En un primer instante, parece que el alcohol puede acrecentar o al menos despertar nuestro deseo sexual, aunque la controversia entre los científicos y expertos parte de si en realidad esta aparición del deseo sexual proviene de los aumentos de testosterona o de la propia desinhibición que provoca el alcohol. Para rebatir la hipótesis del aumento de la testosterona como factor del despertar del deseo sexual, se llevó a cabo un estudio, en el que dos grupos de personas (grupo a y grupo b) consumían cerveza, lo que no sabían era que uno de los grupos la bebía sin alcohol, los resultados finales indicaron que ambos grupos se habían sentido desinhibidos, con lo que se demostró la importancia del  efecto placebo y de la sugestión cuando creemos que estamos bebiendo alcohol; esta creencia puede influir en el comportamiento, promoviendo conductas desinhibidas, por lo que sería la desinhibición y no el aumento de testosterona la que promovía el despertar del deseo sexual. Pero la pregunta se hace evidente ¿Puede que estas personas que creían que consumían cerveza con alcohol, tal sugestión les provocara un aumento de la testosterona? Es decir al creer que consumían alcohol se desinhibieron por efecto de la sugestión y pudiera que su organismo a la vez, aumentara sus niveles de testosterona promoviendo un deseo sexual acrecentado.

Al fin y al cabo lo importante es que algunas personas notan en su organismo un despertar de su deseo sexual cuando consumen alcohol y esto podría explicarse de forma multicausal (como la gran mayoría de acontecimientos que afectan al ser humano), siendo producto tanto de la desinhibición como de los cambios en los niveles de testosterona.

Lo que sí parece más evidente para los científicos y expertos es que tanto el consumo abusivo y/o prolongado de alcohol conlleva riesgos para nuestra sexualidad (en el caso de la aparición del deseo sexual se necesita una ingesta leve o moderada, pues si la dosis es muy alta tal deseo se inhibe).

Una ingesta elevada de alcohol provoca una serie de inconvenientes en el hombre:

·         Dificultades en la erección, el pene puede quedar semi-erecto o completamente flácido.
·         Retraso en la eyaculación, al hombre le cuesta eyacular, por lo que puede pasar mucho tiempo intentándolo con un resultado ínfimo.
·         Sensación de orgasmo anestesiada, puesto que las sensaciones placenteras que emanan del cerebro se insensibilizan, dificultando así la sensación de placer.

 A la mujer también le afecta del siguiente modo:

·         Disminuye la lubricación, la vagina no se lubrica adecuadamente.
·         Retraso del orgasmo y menos intenso, como en el caso del hombre.

Y un consumo prolongado de alcohol puede afectar a nuestro organismo, aunque en algunos casos de forma reversible.
Entre los problemas que causa este consumo extendido de alcohol en el hombre son:

·         Disminución de la testosterona, científicamente queda comprobado que el consumo del alcohol prolongado afecta negativamente a la testosterona, provocando el efecto contrario que cuando el consumo es leve, disminuye el deseo sexual y provoca feminización: disminución del tamaño de los testículos y aumento de pecho. También puede provocar disfunción eréctil.

Y a las mujeres afecta del siguiente modo:

·         Cambios en el ciclo menstrual y esterilidad.

Y el consumo de alcohol no afecta solo a la sexualidad sino a las relaciones de pareja también. Como hemos visto la ingesta de alcohol puede provocar mayores niveles de agresividad, con lo que podemos ponernos violentos con nuestro ser amado.

Cuando estamos ebrios y nuestro control de impulsos ha caído, podemos empezar a sacar todos los resentimientos, inseguridades, problemas internos que llevamos, atacando a nuestra pareja y haciéndole mucho daño. El peor momento para discutir cualquier cuestión es bajo los efectos del alcohol, pues entre otras cosas, no podemos discernir racionalmente, digamos que es la vía inferior de nuestro cerebro (la presidida por la amígdala y que controla el miedo y la agresividad, entre otras emociones) la que gobierna nuestro estado, somos viscerales, impulsivos, repetitivos hasta la médula y carecemos de empatía y de sentido común, todo este coctel lo único que provoca es que la pareja quede resentida, dolida y con la sensación de que no se conoce al otro, ni a la relación. Toda pareja que discute bajo los efectos del alcohol corre el riesgo de resentirse hasta el extremo de que ya nada vuelva a ser como antes y la relación quede rota y vista para sentencia. Y el alcohol promueve la discusión en pareja, por lo que  pareja y alcohol son dos elementos que no funcionan a la hora de mantener una relación sana y equilibrada. Ya nos avisa la campaña de publicidad de la FAD sobre los efectos nocivos del alcohol con respecto a nuestras relaciones interpersonales[2].

Podéis ver el spot aquí: 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chatelainsacas información de El Mundo? ten cuidado, no vaya a resentir-se tu credibilidad

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.