viernes, 19 de septiembre de 2008

Incondicional

Hace unos meses la página web http://www.escueladeescritores.org/, pidió a los internautas que eligieran la palabra más bella del castellano, como resultado de la votación fue AMOR la elegida por la gran mayoría, por el significado que de ella se deriva.

No hace mucho, al calor de unos tragos de cerveza, de repente me vino a la cabeza cual era para mi esa palabra más bella y a modo de insight, una de mis neuronas escupió como una gran revelación esa hermosa palabra, no por su gramática o su fonética, ya que esta palabra en ambos apartados no destaca, sino por su significado, para mi la más bella era sin duda: INCONDICIONAL.

Es un adjetivo cuyo significado llena de fuerza cualquier frase donde se halle.
Para mi significa plenitud espiritual, no hay mayor gozo para el alma que querer y ser querido de manera incondicional, en los momentos buenos y por supuesto en los malos.
Para querer incondicionalmente a alguien, hay que conocerlo muy bien, sobre todo conocer sus defectos, analizarlos, abrirlos por la mitad, hallarse sumergidos en ellos y cuando se llega a estar profundamente dentro de ellos, aceptarlos, quererlos y perdonarlos. A partir de ahí podremos querer incondicionalmente a alguien, necesitaremos nuestro tiempo para alcanzar ese punto, que sin duda es arduo, pero victorioso si se consigue.

Afortunados aquellos que aman y son amados incondicionalmente, guarden como a una reliquia a la persona que os ama de manera incondicional, porque de una reliquia se trata.

¿De qué manera estás dispuesto a querer a alguien?

1 comentario:

Eco dijo...

Desde luego, incondicional es una palabra con un poder intrínseco innegable.

Amar incondicionalmente es difícil, pero es la mejor forma de amar.

Un beso.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.