jueves, 15 de mayo de 2014

Relaciones de pareja: del enamoramiento al apego. Procesos químicos.

¿Puede que las relaciones de pareja en el ser humano tengan fecha de caducidad? ¿Qué ocurre en nuestros cerebros cuando detectamos a una persona que nos gusta? ¿Cuánto duran estos procesos?  

Parece que cuando nuestros ojos atisban a un ser que nos agrada, en nuestro cerebro se ponen en marcha una serie de neurotransmisores como son la dopamina (DO) y la feniletilamina (FEA) entre otros, y si interactuamos con esta persona que nos atrae puede que estas sustancias provoquen que acabemos enamorándonos. Este sería el primer paso.

  La FEA es una sustancia química emparentada con las anfetaminas y drogas como el MDMA (también aparece en alimentos como el chocolate y el queso pero en cantidades pequeñas) la reacción que nos provoca cuando se activa es de euforia, palpitaciones, insomnio y obsesión; cuando vemos al ser amado, esta sustancia es la que provoca que nos pongamos nerviosos, nos suden las manos, tengamos taquicardia, sintamos euforia y por supuesto induce a que nos enganchemos a la persona adorada. Nos enamoramos.

Las investigaciones indican que una gran cantidad de parejas, en muchos países distintos, concluyen sus noviazgos sobre los cuatro años de media. Parece que  sobre los 4 años las sustancias que nos inducían al enamoramiento se apaciguan, nos habituamos a ellas. Las personas perciben entonces que la relación ha cambiado, ya no sienten la euforia que les llevo a cometer las locuras de amor pasadas, sienten que la relación se ha adormecido, pero realmente lo que está ocurriendo es un segundo proceso: el apego.

Si la FEA es una de las sustancias más relevantes en un principio, ahora cobra fuerza otro tipo de sustancias que también nos aportan placer pero que su influencia es menos intensa, son las llamadas endorfinas (opioides endógenos) y lo que provoca en nosotros es la sensación de bienestar cuando estamos cerca del ser amado, sentimos seguridad y apaciguamiento.

Las personas que viven de emociones intensas puede que este relajamiento no les siente bien y comiencen a pensar que la relación ya ha perdido todo su sentido, con lo que abandonan al ser amado (posiblemente aquí se enmarquen también los adictos al enamoramiento). Sin embargo las personas que están preparadas para continuar con la relación, sabiendo que todo cambia, y que las relaciones son parte de un proceso en continua modificación, sentirán con placer esta sensación de seguridad y tranquilidad que le aporta ahora la relación. 

El enamoramiento, si nos basamos en las sustancias químicas que lo componen, podemos decir que tiene fecha de caducidad, y o pasamos al vacío existencial y abandono de la relación o a continuar por la senda del apego. Aunque es demasiado arriesgado hablar en términos absolutos, puesto que tanto el enamoramiento como el apego pueden aparecer y desaparecer en una misma relación, surgir y resurgir, pueden caducar y volver a aflorar, solo que quizás no con la fuerza inicial.

Lo que las investigaciones han dejado patente es que algo ocurre cuando llevamos unos cuatro años de relación con la misma pareja, puesto que muchas de estas deciden poner fin a su idilio amoroso, puede que el descenso de las sustancias químicas de nuestro cerebro tenga bastante que ver (algunos científicos aducen que esto es debido a que el ser humano tiende a la poligamia o a la monogamia en serie[1]). Siempre nos quedará la motivación de querer continuar con el ser amado, ya que nosotros podemos imponernos a nuestros impulsos biológicos.



[1] Monogamia en serie: persona que tiene una relación monógama pero cada cierto tiempo deja a una pareja para irse con otra, así sucesivamente. 

No hay comentarios:

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.