martes, 15 de abril de 2008

delirios sobre el amor

El AMOR tiene una sola puerta y muchas ventanas. Por ello es que podemos asomarnos varias veces antes de decidir entrar. La puerta de la entrada esta cerrada con una cerradura que necesita una clave para ser abierta. Mucha gente desea esa clave a veces sin preguntarse si quiera si en verdad quieren entrar. Aquí en estos escritos no recibirás la clave sino que abriremos tu incertidumbre sobre el amor. Recibirás preguntas a tus no respuestas y responderemos a la nada. DELIRIOS SOBRE EL AMOR es una forma de divagar, de no encontrar respuestas, ni claves, ni verdades , solo incertidumbres e interrogantes inconscientes. Te animo a entrar en este mundo y que reflexiones sobre verdades relativas.

CAPRICHO e IMPERFECCIÓN.

No sabemos de que caprichos esta hecha la piel del ser humano. El ser humano es imperfecto y nos lo demuestra por su afán de búsqueda continua, por ese intento de reconstrucción en el que se ve envuelto.

Ella salía a pasear por la playa en busca de guijarros moldeados por la presión y roce del mar con la arena. Se decía a si misma que en cuanto encontrara esa piedra perfecta dejaría de buscar. Dejaría de buscar.
Murió rodeada de piedras imperfectas. Imperfectas para ella. Murió con la sensación de no poder encontrar nunca su piedra esperadamente perfecta. Por más que creía que por fin la había encontrado poco después se daba cuenta que a lo lejos semicubierta por la arena, resplandeciente, se encontraba otra piedra más bella que la anterior pero más imperfecta que la siguiente. Ella murió triste e inconformista.

¿Cuando el ser humano ha de dejar de buscar la perfección en lo que le rodea? ¿Cuándo el ser humano dejará de ser ese ser caprichoso rodeado de perfectas imperfecciones?

Tu piel se mueve en busca de respuestas, quizás se conforme con respuestas superficiales y entonces única y exclusivamente se mueve por impulsos caprichosos de lo que tiene ante sus ojos. No profundiza, no se relaja. Porque lo superficial no llena, fatiga y vacía nuestra mente. Corroe. Lo superficial hace que estés en continua búsqueda. Crees que lo que has encontrado te relaja, te hace madurar, crecer, pero es un espejismo absurdo y lo que realmente consigue es que tu cuerpo y mente se vuelva caprichoso, no realista, imperfecto y frustrado. Vas de aquí para allá, de lo vacío a lo incompleto.
Dejas atrás a quien te quería por que no estabas preparado y buscas una nueva piel a la que crees más perfecta pero que sin embargo la embriaga la misma imperfección que te llevo a buscarla, tu superficialidad.
Las personas caprichosas son imperfectas, las personas que solo buscan y nunca encuentran son imperfectas.

No es bueno conformarse con todo lo que te rodea, no es bueno. Hay que buscar, desechar, confirmar y elegir, pero siempre lejos de la superficialidad caprichosa. Siempre lejos de la absurda creencia que solo lo nuevo es bueno. Porque lo nuevo solo deslumbra por su novedad intrínseca, cuando lo nuevo envejece, te vuelve vacío, te vuelve inútil y cambiante, en busca de algo nuevamente nuevo pero igual de imperfecto. La perfección no existe y por ello corremos el riesgo de volvernos caprichosos.

EL ÚLTIMO BESO.

Él se despertó con una extraña enfermedad. En la cama postrado con los ojos bien abiertos, mirando al techo blanquecino, se dio cuenta que había perdido completamente la sensibilidad de sus labios. No sentía nada. No podía entender como la noche antes se encontraba bien, aunque presintiera que algo le iba a pasar a sus labios gastados, aun así no podía explicarse que sus labios dejaran de sentir.
No sentía nada, la besaba y ya no sentía el calor de aquellos labios juntos y húmedos que le reconfortaban en las noches más oscuras. No podía sentir la ternura, no podía sentir el placer de besar suavemente la tímida y delicada boca de ella.
La enfermedad de él no era física, ni siquiera era una enfermedad.
Él sabía que su último beso había llegado. La besó por última vez y se marcho de su lado.

Ella se levantó pensando que no había más besos en su bolsita de los besos. Tenía la teoría de que los besos se gastan, si besas demasiado los gastas muy pronto y si no besas nunca se acaban secando. Los besos se guardan en una bolsita muy cerca del pecho, entre el corazón y el alma y se alimentan de sonrisas cómplices, miradas profundas y abrazos sinceros. Si no los alimentas se secan y desaparecen. Pero los besos no se secaron esta vez sino que se gastaron. Por más que buscaba y buscaba dentro de su bolsita, ya no quedaba más de un beso para él. Ella le miró, le dio el último beso y se alejó para siempre de su lado.

Él y ella no se conocen. Viven a mas de mil kilómetros de distancia, pero ambos sabían y sentían lo mismo, que una vez que los besos se acaban solo queda alejarse.
Uno no sabe cuántos besos le quedan por dar a determinada persona. Pero un día te levantas y sabes que algo ha cambiado, que no te quedan más besos por dar a esa persona. Puedes llegar a pensar que quizás en un futuro, al verle renacerán desde el olvido hasta el recuerdo esos besos que se esfumaron por tanto gastarlos o porque se secaran y puede que así ocurra, que todo renazca. Pero hoy no hay besos, hay vacio y tristeza por tener la bolsita seca y desolada. Tristeza por haber perdido la sensibilidad de tus labios, los besos dejaron de saber igual y se fueron apagando hasta llegar al olvido.

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DELIRIOS Y LOCURA

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Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.